Francisco Riberas es el presidente de la patronal del negocio familiar, IEF, y de Gestamp, uno de los principales proveedores de piezas para coches del mundo.

El problema de la empresa familiar, sin duda la mejor empresa, comienza a partir de la tercera generación cuando hay nietos que suelen ser más numerosos que los abuelos. Pues bien, Riberas dice que la clave está en dejar muy claro quién sirve para gestor y quién debe seguir en la propiedad, pero sin mando ejecutivo.

Y en efecto, eso es mucho mejor que traicionar la esencia de la empresa familiar con la salida a bolsa (que lo ha hecho Gestamp, dicho sea de paso). El problema es que los accionistas acepten que no están capacitados para ser gestores.

Vanidad de vanidades y todo es vanidad.