El sindicato CCOO ha impulsado la puesta en marcha de un grupo de hombres feministas en la delegación catalana del sindicato para que ayuden a impulsar la "implicación del sexo masculino" en las reivindicaciones de las mujeres. La organización ha presentado hoy el nuevo grupo, compuesto inicialmente por cinco hombres, durante una jornada en la que han debatido el papel que deben tener los varones en la lucha feminista. Seguro que los afiliados estaban esperando este avance en la defensa de los trabajadores (y, por su puesto, trabajadoras).

El objetivo de estos hombres es "caminar juntos" de la mano de las mujeres -suponemos que no para pasear o ir de tiendas- para "acabar con el patriarcado desde la masculinidad hasta el feminismo".

Plantean además apoyar al grupo de mujeres feministas del sindicato, generar espacios de debate que eliminen el concepto actual de masculinidad y replantear el papel del hombre en las distintas acciones llevadas a cabo por el sindicato. Desde CCOO han aclarado que esta agrupación "deberá poner a los hombres del sindicato en primera fila del conflicto" y dar la cara por aquellos que no se sienten cómodos con el rol que la sociedad les ha otorgado.

Conclusión: todavía hay algo más tonto que un obrero de derechas: un hombre feminista. Ese es tonto de baba. Y, a más a más, hay algo más tonto que un hombre feminista: un cura progre. Ese es tonto esférico.