La primera vuelta de las elecciones parlamentarias ha registrado un récord de abstención (42,7%)En la primera vuelta de las elecciones parlamentarias en Francia, el Partido Socialista del presidente François Hollande se ha impuesto, con el el 34,5% de los votos frente al 33,9 de la Unión por un Movimiento Popular (UMP). Sin embargo, el resultado es engañoso: porque ha habido una abstención del pueblo francés del 42,7%.

La semana que viene se celebrará la segunda vuelta, porque el sistema electoral francés, en lo que se refiere a la elección del presidente y de la Asamblea nacional (el Parlamento, vamos) funciona así: un sistema mayoritario a dos vueltas, en el que solo el candidato que venza con mayoría absoluta en la primera vuelta se librará de batirse de nuevo en una segunda. En el caso de las presidenciales solo pasan a la segunda vuelta los dos candidatos más votados, mientras que en las legislativas pasa todo aquel que haya obtenido más de un 12.5% de los votos inscritos, independientemente de los que efectivamente se emitan. Así que, en el caso de que la Cámara Baja esté controlada por la oposición, el presidente puede encontrarse con un socio incómodo con el que gobernar.

Pues bien: a esos efectos, el resultado es bueno para François Hollande y, según algunas informaciones, su partido parte con toda la ventaja para ratificar la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional en la segunda vuelta de la semana que viene. Traducido a escaños, concede a los socialistas entre 293 y 323 escaños (la mayoría absoluta está en los 289 escaños de 577). UMP conseguirían entre 218 y 248 escaños, por entre 0 a 2 escaños del Frente Nacional. Y en comparación con la primera vuelta de los comicios legislativos de 2007, la izquierda obtiene un 11%, mientras que el Frente Nacional triplica los votos recabados.

Eso sí: si la abstención contase, habría estado no muy lejos de conseguir la mayoría absoluta... Y es que, el pueblo francés debe estar harto -como el español- de sus políticos.

Andrés Velázquez

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