• La hermana de Blanca, Inés, añade que "están bien de ánimo, a pesar del largo cautiverio".
  • El presidente de Médicos Sin Fronteras, José Antonio Bastos, no ha entrado en detalles ante los periodistas de cómo se ha gestado el rescate para no poner en riesgo la vida de otros secuestrados y de otras personas en la zona del secuestro.
  • Lo cual plantea la duda de si los cooperantes han de ir a países donde existen riesgos, para no arriesgar luego la vida de otras personas. Y abre el debate sobre si hay que pagar o no rescates a organizaciones terroristas.
Montserrat Serra y Blanca Thiebaut fueron liberadas ayer tras 644 días de cautiverio en Somalia, según informó la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), a la que pertenecían. Fueron secuestradas en octubre de 2011 en el campamento de refugiados somalíes de Dadaab, en Kenia, a 100 kilómetros de la frontera con Somalia. Sus secuestradores se especula con que pueden pertenecer a Al Qaeda en el Magreb Islámico y a Al Shabab.

En un comunicado, MSF indicó que ambas "se encuentran en buen estado de salud y están a la espera de unirse con sus seres queridos lo antes posible". Un avión de la Fuerza Aérea española las recogió en Yibuti, adonde fueron trasladadas desde Mogadiscio, donde fueron liberadas. Otro avión las traslada a España.

Inés, hermana de Blanca, ha declarado a los periodistas que las dos cooperantes españolas secuestradas durante 645 días "están bien de ánimo, a pesar del largo cautiverio". "Están muy débiles, pero necesitan tiempo para recuperarse y volver a la vida normal. Agradecemos el respeto de los medios a la discreción y os pido apoyo y compresión".

Por su parte, José Antonio Bastos, presidente de Médicos Sin Fronteras, no ha entrado en detalles ante los periodistas de cómo se ha gestado el rescate para no poner en riesgo la vida de otros secuestrados y de otras personas en la zona del secuestro.

La liberación de las dos españolas secuestradas es motivo de alegría, evidentemente. Es de alabar la labor que los cooperantes realizan en el mundo en beneficio de los más desfavorecidos, salvo en que es una de las ONGs partidaria de expandir la anticoncepción abortiva en el tercer mundo.

Pero el cómo se consigue la liberación de los secuestrados plantea debate e interrogantes. ¿Hay que pagar un rescate a organizaciones criminales terroristas que utilizarán ese dinero para seguir matando y extorsionando ¿No es mejor desplazar al lugar de los hechos a cuerpos especiales militares que se encarguen de su liberación en vez de pagar un dinero En ese caso, también se pone en peligro la vida de quienes tienen que encargarse del rescate. Todas estas razones son suficientes argumentos como para pensar seriamente si merece la pena realizar labores humanitarias en países amenazados por el terrorismo.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com