Decíamos ayer que Francisco Reynés, nuevo presidente y Ceo de Gas Natural Fenosa (GNF) no piensa en grandes operaciones corporativas sino en ganar en eficiencia. Esa será la clave de su plan estratégico: reducir costes, sea en plantilla, en externalización o con ventas.

Ahora bien, la entrada de CVC, formalmente aun no definitiva, y la pesadez de GIP, que camina en la misma línea, no es algo del agrado de Reynés. Presionan demasiado para “monetizar” su inversión, en especial con la venta de activos. Norteamericanos y británicos no sueñan con grandes operaciones sino con rentabilizar su inversión cuanto antes. 

Es más, ambos están de acuerdo en que un buen escenario consistiría en excluir a GFN de Bolsa, que no monetiza nada, sino que por el momento exige una aportación de capital. Pero recuerden que entre tres accionistas (Criteria y los dos fondos) superan el 60% del capital y que GNF está extendida por tres continentes y por dos escenarios bien distintos: hidrocarburos y electricidad.

En cualquier caso, olvídense de operaciones corporativas: no entran en los planes de los institucionales ni en los de Reynés

Por si fuera poco continúa siendo la industria más catalana de todas, muy pegada al terreno como buena empresa de servicios. Y con una buena parte de pequeño accionariado catalán.

Desde luego, el presidente ejecutivo, Francisco Reynés, así como Criteria, no está dispuesto a plantearse esta exclusión de Bolsa. Es posible que haya desinversiones y externalizaciones, pero sacarla de Bolsa, nunca jamás. Eso sí, comerse a Endesa, por ejemplo, tampoco.

Lo que está claro es que CVC y GIP funcionan al unísono y que cada día mandan más. Cuidado.