El encuentro de Víctor Pastor, director financiero de Abengoa, celebrado en Palmas Altas (Sevilla) con los accionistas minoritarios marca una diferencia con el celebrado, un día antes, con los analistas. Es lo que sucede cuando se trata de una reunión con presencia real, no virtual. Más allá del contenido en sí, el interés estaba en las dudas de los primeros, que inquietan poco a los segundos -como si los Benjumea están de ida o de vuelta- y desde ese punto de vista, pocas novedades, aunque la reunión, en cualquier caso, fue positiva.

La reunión comenzó a las once de la mañana y se prolongó tres horas. Un espacio amplio, en fin, y en tono cordial, que sirvió a Pastor para explicar las cuentas del primer trimestre, del mismo modo hizo con los analistas. Ahí supimos que Abengoa no ha llegado a un acuerdo con los bonistas díscolos.

También a los minoritarios les dijo lo mismo. Las negociaciones con Zurich, Liberty o Eximbank siguen, como con los acreedores -son negociones complejas, con una emisión de bonos por medio-, pero se mantiene la fecha del 31 de mayo para llegar a un acuerdo. Otra cosa es que el acuerdo no se sustancie. En ese caso, las negociaciones seguirían más tiempo.

Se presta, en la media de lo posible, a que CNMV investigue movimientos sobre la acción

La empresa se da sus plazos, del mismo modo que a los minoritarios les preocupa la evolución de la acción, errática desde hace meses, sin suelo ni techo. Desde ese prisma, Pastor aclaró su posición sobre algunas dudas planteadas, pero diciendo lo que puede decir, que es poco.

Pongan ahí la participación del Santander, que jugó un papel clave para evitar que la empresa entrara en concurso o los movimientos sobre la acción. Muy rápido: Abengoa no puede saber qué movimientos hay, si los hay, salvo que los compradores lo comuniquen.

En cualquier caso, Pastor se mostró dispuesto a trasladar a la CNMV, en la media de lo posible, esa inquietud para que el regulador valore esa posibilidad. Dicho sea todo: la CNMV no suele entrar en ese tipo de investigaciones salvo en casos extremos. Ha ocurrido, por ejemplo, con el Popular tras la denuncia del caso.

De igual manera, tampoco constata Abengoa si hay o habrá accionistas emergentes, por ejemplo, de cara a la próxima Junta de Accionistas. Sólo se sabrá si esos accionistas dan los pasos previstos en la propia convocatoria de la Junta.

Si no hay acuerdo con los bonistas díscolos, seguirá la negociación con otros plazos

Sobre la participación del Santander, ídem del lienzo. Sólo se puede saber si la entidad lo comunica al regulador. El banco de Ana Botín fue accionista de referencia, pero dejó de serlo tras el plan de reestructuración (no así Crédit Agricole), del mismo modo que vendió la parte del Popular y quedó por debajo del 3%.

Los minoritarios plantearon también reservas sobre algunos gastos de personal, que consideran requerían de alguna explicación. Sobre este punto, Víctor Pastor explicó que no había anomalías en esa partida. Dicho de otro modo, responden a una evolución natural de los gastos generales en la vida de las empresas.

Por ejemplo, hay personas que han dejado la empresa y ahí entran siempre mil razones (desplazamientos, nuevas oportunidades, ofertas, etc.). La explicación está ahí, no responde a otra cosa.