El Cabildo de la Catedral de Plasencia (Cáceres) ha informado de que en la madrugada del mismo 24 de marzo, Domigo de Ramos, se había producido un robo en el Museo de la Catedral. En concreto, los objetos sustraídos fueron "la Corona de la Stma. Virgen del Puerto; la Corona del Niño y un par de cruces pectorales y anillos episcopales".

Según algunas informaciones, la corona de la Virgen robada tenía un elevado valor económico, más de un millón de euros, pues constaba de 2.261 gramos de oro, más de 85 gramos de platino, 124 brillantes, 1.377 rosas, 15 perlas, 1 perla japonesa, 39 medias perlas, 506 aljófar, 44 turquesas, 53 esmeraldas, 175 topacios, 100 olivinas, y 12 turmalinas.

En el comunicado, el Cabildo informó de que se "ha procedido a presentar la correspondiente denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional de Plasencia, que es la que se ha encargado de la investigación.  Confiamos en el trabajo de la Policía y, al mismo tiempo, invitamos a los fieles a orar por la pronta recuperación de los objetos robados, algunos de los cuales, además de su valor material, tienen una gran significación religiosa y sentimental para los placentinos".

Por su parte, el obispo de Plasencia, Monseñor don Ernesto Brotóns, emitió el siguiente comunicado: "Duele en el alma. No sólo han robado, entre otras piezas, una joya preciada y preciosa, de incalculable valor, sino un pedacito, no pequeño, del corazón de lo placentinos. Dos coronas robadas, la de la Ntra. Sra. del Puerto y la del Niño, forjadas gracias al cariño y la devoción de nuestros mayores, ricos y pobres. Dos coronas robadas, testigos de muchas lágrimas, oraciones, súplicas… recuerdo y memoria tierna y agradecida de nuestros antepasados, de nuestros mayores.

Aún siendo consciente de que suena ingenuo, y quizá lo sea, ruego a quien nos ha arrebatado este tesoro que recapacite y lo retorne. Me uno a la invitación del Cabildo a orar por la pronta recuperación de los bienes robados, también con una plena confianza en la acción policial. Estamos a plena disposición de la investigación en curso.

Ruego a nuestra Madre, en esta tarde del Domingo de Ramos, que acepte nuestro dolor y nuestra oración en desagravio por este hecho. Haciendo suyo nuestro disgusto y dolor, y, sin que ello suponga negar un ápice de la importancia de lo sucedido, Ella nos dice hoy con amor de Madre: «vosotros sois mi corona». Lo habéis sido desde siempre y lo sois. La robada nos representa, representa a nuestros mayores, y por eso nos duele. Mas, no lo olvidemos nunca, la más preciada corona para Nuestra Señora del Puerto somos nosotros, sus hijos, y el mayor regalo que podemos seguir ofreciéndole no es otro que nuestro cariño, nuestra fe, nuestra vida entregada por los demás, una vida en fraternidad. Y Ella, por más que nos hayan arrebatado su corona, siempre será nuestra Madre y nuestra Reina.

Placentinos, en el Puerto y en nuestros corazones, fijó su trono. A Ella no dejamos de encomendarnos".