La final de la Champions que tuvo lugar el sábado entre el Real Madrid y el Liverpool ha dejado más noticias de tipo social, además de la meramente deportiva.

Numerosos medios de comunicación y testigos presenciales han contado lo acaecido antes y después del partido.

Y lo que ocurrió, básicamente, es que los aficionados tuvieron que sufrir los asaltos de delincuentes de origen magrebí para robarles, pegarles e incluso tocarles.

El evento se celebró en el Stade de France, situado en Saint-Denis, hoy convertido en ‘no-go zone’, barrios donde impera la delincuencia y hay ausencia total de ley, cuenta La Gaceta.

Así lo cuenta este tuitero:

acosadores magrebíes
inmigración en Francia

20 Minutos también recoge testimonios similares. Amanecía el sábado cuando estos 5 amigos aparcaron la furgoneta en el barrio de Saint-Denis. Habla José Francisco: "Aparcamos en el barrio y llegó un chico que se plantó frente a nosotros y con el traductor de google nos dijo ¿sabéis dónde estáis aparcando? y nos pidió 50 euros para proteger la furgoneta. Le terminamos dando 40, así que echó una foto y la pasó a su banda, supongo". Terminaría intacta.

Después llegó el partido, y el caos: "Allí no había anillos de seguridad ni nada parecido, podía colarse cualquiera y los que se vieron saltando vallas era gente del barrio, de varias razas, a los que ya se veía mirar a todo el mundo, tocar, buscando relojes, móviles", recuerda José Francisco, que apunta: "Así pasó luego, había muchísima gente sin entrada, los vomitorios llenos, aficiones mezcladas. La gente se colaba y podía ponerse donde quisiera", recpge "0 Minutos.

La situación empeoró al acabar el partido, especialmente para Arancha Cortés y su hija, que no habían entrado al estadio: "Nos fuimos de un bar hacia el metro y ya empecé a ver a cientos de personas del barrio mirándonos, acechando a todos los aficionados, buscando que robar. Llegó la primera carga y todo empeoró, porque alrededor todo estaba cerrado. Llamé a mi marido y le pedí que saliera del estadio porque teníamos mucho miedo, y así estaban centenares de aficionados de los dos equipos".

Y cuando José Francisco salió fuera del campo, se encontró el escenario: "Veías riadas de gente de este tipo yendo hacia el estadio, robando, atracando, con cúters para cortar bolsos. No podía creer lo que estaba pasando, es que eran cientos y cientos. Llegué al metro y la gente salía despavorida de allí abajo, imagínate lo que estaría pasando allí. Lanzaron gas pimienta y nos afectó de lleno", añade 20 Minutos.

El puro instinto de supervivencia llevó a los aficionados a buscar la suma de personas, la autodefensa: "Los hinchas se juntaban unos con otros para formar escudos y defenderse mejor, hinchas del Real Madrid y del Liverpool incluso. Luego me enteré de que a muchas chicas las habían desnudado y robado".

"Yo había salido del estadio cuando noté que alguien metía mano en el bolsillo y me quitaba el móvil. Mi primera reacción fue salir a correr de inmediato tras él y lo perseguí hasta cruzar una esquina: allí había decenas de chicos del barrio mirándome con una cara que no sabía que esperar. Yo grité pidiendo ayuda y la policía llegó pronto, entraron en la casa donde se suponía que estaba el chico y le sacaron ya esposado y todo. Eran las dos de la mañana y solo quería irme pero me obligaron a ir a la comisaría a poner la denuncia. Allí había cientos de hinchas denunciando, sobre todo del Liverpool. Al salir, eran ya las tres y busqué como un loco un coche que me sacara del barrio. Paré a un tipo y me pidió 90 euros para ayudarme. Le hubiera pagado mil euros en esos momentos", añade 20 Minutos.

Pasaban ya varias horas de la noche cuando el grupo volvió a reunirse para poner rumbo a Madrid con muchas cosas que contar: "La gente no puede imaginarse lo que era eso. Eran ejércitos de atracadores a nuestra caza. Allí había peleas, atracos, robos, cargas. Una película de miedo", recuerda Alfredo Gómez. "Ahora lo cuentas, porque no te ha pasado nada, pero no querrás volverte a ver en una así. Y a mucha gente sí le pasó algo".

Lo que viví hoy en París me hizo pensar de una manera diferente sobre Vox. Fuimos atacados en masa por bandas de ladrones árabes. La policía no hacía nada

También en Inglaterra claman contra Francia por el caos de la final de la Champions. Y es que los os incidentes de la final de la Champions League, tanto antes como después, han dejado a Francia en una situación muy delicada. La falta de seguridad en un evento así ha hecho que lluevan las críticas, especialmente después de que se escuchen los cientos de testimonios que hablan de asaltos, robos masivos y una actuación organizada de auténticos ejércitos de ladrones, añade 20 Minutos.

Los testimonios de los hinchas del Liverpool hablan por sí mismos. Jade Pearce y su hijo Maxwell, de 11 años, fueron dos de los ingleses que se quedaron bloqueados a la entrada del Stade de France mientras la policía intentaba dispersarles lanzando gas lacrimógeno. "Me dijo que se quería morir, que no quería estar allí más", relata en el 'Daily Mail'. Tenían entradas totalmente legales y se habían gastado más de 1000 libras entre el viaje y los tickets, pero no vieron nada del partido.

Un reportero del mismo diario, Derek Lawrenson, acusa directamente a la UEFA de tener la culpa de lo ocurrido. "Qué montón de mentirosos desvergonzados y peligrosos que son. En medio de la imprudente incompetencia presenciada en el Stade de France el sábado por la noche, tienen suerte de no tener las manos manchadas de sangre. Yo debería haberlo sabido: estaba atrapado en medio del aterrador caos en la Puerta Y", cuenta en una dura columna en la que recoge otros testimonios.

"Me paré junto a una mujer pequeña y visiblemente angustiada que claramente luchaba por respirar mientras la seguridad intentaba cerrar las puertas. Vi la mirada alarmada en los ojos de mi propio hijo Conor, que mide 6 pies 4 pulgadas (más de 1'90 metros) y es un fanático del ejercicio físico, a medida que se instalaba esa temida sensación de pánico", relata el periodista.

La situación afectó a todos los presentes, incluidos periodistas y exfutbolistas que ahora dan sus comentarios por televisión. El irlandés Jason McAteer, exjugador del Liverpool, relató que su esposa y su hijo mayor fueron asaltados y robados.

"Mi esposa fue asaltada, lo cual fue muy triste. Mi hijo mayor fue atacado. No deberías ir a un partido de fútbol y tener que lidiar con eso. Es incorrecto. Es molesto, da miedo", dijo en la televisión oficial del club 'red', que ha pedido una investigación pública.