La persecución que sufren miles de personas por su fe continúa creciendo, y el cristianismo es la religión más perseguida del mundo, pues uno de cada siete cristianos sufren discriminación o violencia a diario, según varios informes; en total, 365 millones de cristianos, según refirió Puertas Abiertas. Claro que al tiempo que las cifras aumentan, también lo hace la impunidad, como advirtió Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). Y esta semana, se han conocido nuevas muestras de esa persecución, a veces violenta y otras “educada”, como definió en su momento el Papa Francisco, en España, donde la cristianofobia es creciente y agosto ha sido un mes negro, con siete ataques a templos católicos.

Dejando a un lado nuestro país, el repaso semanal por los cristianos perseguidos nos lleva a Sierra Leona, un país africano de mayoría musulmana donde los cristianos representan algo más del 25% de la población y donde las relaciones interreligiosas son excelentes. De hecho, en el último informe sobre libertad elaborado por ACN en 2023 (el próximo saldrá en octubre), no se recoge ningún incidente significativo de persecución, por lo que el asesinato del padre Augustine Amadu ha impactado y sorprendido. Este trágico hecho sucedió el 30 de agosto, en su casa parroquial situada en la diócesis de Kenema, donde entraron los agresores, le golpearon fuertemente en la cabeza y después lo estrangularon hasta la muerte, según informa la fundación pontificia ACN.

Al padre Amadu lo encontraron muerto los feligreses y se baraja que la causa fuera un atraco, aunque la policía sigue investigando el asesinato y buscando a los asesinos. Los agresores entraron en la casa parroquial justo cuando el padre Amadu se preparaba para celebrar su misa de despedida del día siguiente en la iglesia de la Inmaculada Concepción, pues había sido destinado a una nueva misión en la parroquia de San Juan, en Kailahun.

“El padre Amadu era un hombre de paz, compasivo y con un compromiso inquebrantable con la elevación espiritual y social de su comunidad. Su prematura muerte no solo supone una pérdida devastadora para la Iglesia católica, sino también para el conjunto de las confesiones religiosas y el tejido social de Sierra Leona”, señala el Consejo Interreligioso del país

Otras confesiones religiosas del país se han unido para condenar el asesinato del padre Augustine Amadu. En una nota enviada a ACN, el Consejo Interreligioso de Sierra Leona ha señalado que “el padre Amadu era un hombre de paz, compasivo y con un compromiso inquebrantable con la elevación espiritual y social de su comunidad. Su prematura muerte no solo supone una pérdida devastadora para la Iglesia católica, sino también para el conjunto de las confesiones religiosas y el tejido social de Sierra Leona. Lloramos la pérdida de un siervo de Dios cuya vida estuvo dedicada a fomentar la unidad, la esperanza y la guía moral”.

Y de Sierra Leona a otros muchos países. En estos momentos en que arranca en un nuevo curso escolar, en Burkina Faso, Nigeria, Siria, Líbano, Irak… muchos niños tienen grandes obstáculos para volver a las aulas, y ACN les trata de ayudar. En el curso pasado, la fundación pontificia hizo posible que 3.895 profesores recibieran salarios y 12.373 estudiantes de ocho países obtuvieran becas, pues la promoción de la educación es una de las herramientas con las que se ayuda a las familias cristianas a permanecer en sus países de origen frente a la persecución, el desplazamiento e incluso la amenaza de extinción. Por ejemplo, se puede ver en la campaña de ayuda a las escuelas católicas en Líbano, un país que en la última década ha sufrido una fuerte inestabilidad por una grave crisis financiera, así como la prolongada inseguridad a nivel político y social, la explosión en el puerto de Beirut en 2020 y los múltiples enfrentamientos que mantiene con Israel. ACN ya apoya a 191 escuelas en Líbano, donde asisten más de 170.000 alumnos, y con su campaña trata de evitar que la cifra de los que han abandonado las aulas (que se estima en más de 17.000) siga creciendo. 

Claro que esta fundación pontificia que está celebrando su 60º aniversario en España, también colabora con colegios cristianos en África y Oriente Medio, suministrando material o construyendo edificios escales, como se ha podido ver en la diócesis de Yei (Sudán del Sur), Erbil (Irak), Burkina Faso, Pakistán y Jordania, entre otros lugares. 

De la vuelta a las aulas, la ruta nos lleva a Miami (estado de Florida, EEUU), donde se encuentra exiliado el sacerdote nicaragüense Edwing Román, quien ha compartido con ACI Prensa sus esperanzas para la Iglesia Católica en su país, a pesar de que hoy sufre la fuerte persecución de la dictadura que lideran Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo

El sacerdote Román es vicario parroquial de Santa Agatha en Miami y lleva más de cuatro años en el exilio, pues tuvo que salir de Nicaragua precisamente por ser crítico con la dictadura de Ortega y Murillo. “Mi boleto de avión era por 10 días pero debido a las amenazas directas de Rosario Murillo y de un periodista oficialista amenazando con encarcelarme -y tras ser víctima de mucho asedio, detenciones en las carreteras y montajes para denigrar- decidí quedarme y tramitar mi asilo”, ha referido. Desde entonces se encuentra en la parroquia de Santa Agatha, acogido por párroco Marcos Somarriba y la comunidad, y también ha tenido apoyo de otras parroquias vecinas. 

El padre Román agradeció al Arzobispo de Miami, Mons. Thomas Wenski, por haberlo nombrado vicario parroquial de Santa Agatha, la iglesia en la que también celebra misa Mons. Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua, exiliado en 2019, y que recientemente se ha reunido, junto a otros prelados nicaragüenses exiliados, con el Papa León XIV. Respecto a la situación de Nicaragua, el padre Román se muestra esperanzado, pese a la fuerte persecución, porque “los fieles católicos no dejan de ir a Misa, llenar los templos en Semana Santa, fiestas patronales y en días Domingo. La gente sigue rezando y no pierde su esperanza por tiempos mejores”. Todo esto, a pesar de “asedio, infiltraciones en las parroquias, prohibiciones para que en Misa no se realice ‘la Oración de los fieles’ y que se exija a los sacerdotes enviar la homilía a los cuarteles de la policía para ser revisadas. Están además prohibidas las procesiones y reuniones de grupos de oración en los hogares”, como ha recogido la séptima entrega del informe ‘Nicaragua: Una Iglesia perseguida’ de la abogada e investigadora en el exilio Martha Patricia Molina.