En enero del año 2023, Hispanidad recogió el caso de Adam Smith-Connor, un exmilitar británico que rezaba -en silencio y de espaldas- delante de un abortorio, por su hijo, muerto por un aborto provocado por él y su mujer hace 22 años, cuando “oficiales acreditados de seguridad comunitaria” se le acercaron y le sancionaron con una multa. 

Los hechos ocurrieron en el abortorio British Pregnancy Advisory Service, en Bournemouth, en el suroeste de Inglaterra, en noviembre de 2022. 

Según un informe de Alliance Defending Freedom (ADF), una organización legal cristiana que defiende la libertad religiosa y asiste legalmente al veterano militar, Adam Smith-Connor “estaba de espaldas a la clínica para tener en cuenta la privacidad del personal y los asistentes del centro de aborto”.

Al ser consultado por los oficiales sobre qué hacía, Smith-Connor fue claro: “Rezar por mi hijo, que está muerto”. El exmilitar recordó que “hace 22 años llevé a mi exnovia a un centro y pagué para que abortara”. “Fue un momento crucial en mi vida. Las consecuencias de mis acciones ese día volvieron para entristecerme años después, cuando me di cuenta de que había perdido a mi hijo Jacob por un aborto que yo había pagado”. “Me siento movido a orar por lo que le sucedió a mi hijo”.

Tras la multa recibida, el militar inició un proceso judicial que ha culminado esta semana, con su condena a libertad condicional (no será sancionado si no comete otra infracción en un periodo determinado) y a pagar las costas judiciales de 11.700 dólares, recoge Aciprensa

En su sentencia, el tribunal le condena por su actitud delante del abortorio, ya que “en un momento se vio su cabeza ligeramente inclinada y sus manos juntas”. 

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ADF International -que está considerando recurrir de nuevo la sentencia- ha denunciado que "el tribunal ha decidido que ciertos pensamientos -pensamientos silenciosos- pueden ser ilegales en el Reino Unido". "Todo lo que hice fue orar a Dios, en la privacidad de mi propia mente, ¿y aún así soy considerado un criminal?”, declaró Smith-Connor en el comunicado de ADF. 

“Serví durante 20 años en la reserva del ejército, incluyendo Afganistán, para proteger las libertades fundamentales sobre las que se basa este país. Continúo ese espíritu de servicio como profesional de la salud y voluntario en la iglesia. Me preocupa enormemente ver que nuestras libertades se erosionan hasta el punto de que ahora se están procesando crímenes de pensamiento en el Reino Unido”, prosiguió.

Jeremiah Igunnubole, abogado de ADF UK, calificó la decisión como “un punto de inflexión legal de inmensas proporciones”. “Un hombre ha sido condenado hoy por el contenido de sus pensamientos —sus oraciones a Dios— en las calles públicas de Inglaterra. Difícilmente podemos caer más bajo en nuestro descuido de las libertades fundamentales de libertad de expresión y pensamiento”, lamentó.

Pero es que el nuevo Gobierno laborista del Reino Unido, que dirige Keir Starmer, prepara una nueva normativa que entrará en vigor a partir del 31 de octubre por la que dentro de un radio de 150 metros desde un abortorio no se puede protestar ni rezar silenciosamente. Así, Keir Starmer reinstaura en Reino Unido los "delitos de pensamiento" al prohibir rezar en silencio ante los abortorios. Al parecer, el laborista tiene el poder de leer la mente...

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Ya lo advirtió el obispo católico Mons. Sherrington, refiriéndose a la ley británica que prohibirá rezar, incluso en silencio, a 150 metros de un abortorio: “Plantea serias preguntas sobre los poderes del estado en relación con el individuo, en una sociedad libre”. 

Y es que la relación de los gobiernos de las islas británicas con la libertad se está tornando bastante complicada y el aborto se está convirtiendo en Occidente no ya sóo en un supuesto derecho sino en una práctica capaz de condicionar las libertades más básicas…