El médico Carles Furriols y el profesor jubilado Jaume Sastre anunciaban la pasada semana que iniciaban una huelga de hambre para expresar su rechazo al biligüismo escolar, en relación a la sentencia que insta a impartir al menos, tan sólo, un 25% de las clases en castellano en el sistema educativo de Cataluña.

"Hay que pasar a la acción; la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) sobre el 25% ha sido la gota que ha desbordado el vaso", afirmaba Sastre.

La protesta tenía lugar en la sede del Consell per la República de la localidad barcelonesa de Vic, en principio, la duración de la huelga de hambre iba a ser de 5 días. Pero el médico Furriols lo ha dejado a las 48 horas, se muestra "satisfecho de los efectos que ya se empiezan a notar a nivel social" y lo hace por "prescripción médica". 

La corta pero intensa huelga de hambre contaba con el apoyo de líderes independentistas catalanes. El expresidente inhabilitado por desobediencia de la Generalitat, Quim Torra, expresaba su "apoyo", valoraba su "determinación en defensa de la lengua", les visitaba, pero no se unía a la huelga. 

Los que también apoyaban y visitaban a Sastre y Furriols, pero no se unían a la huelga, eran la presidenta del Parlament de Cataluña, Laura Borràs, la alcaldesa de Vic, Anna Erra (JxCAT) o los diputados de JxCAT en el Parlament, Francesc de Dalmases y Salvador Vergés

Y es que una cosa es ser independentista y otra muy distinta tener que pasar hambre.