En Hispanidad ya les contamos que ahora los propietarios están obligados a negociar con los okupas antes de acudir a los juzgados. Les advertimos que no era broma y ahora Libre Mercado cuenta el primer caso en el que la Justicia ha paralizado un desalojo por considerar que el dueño no negoció lo suficiente con sus okupas. 

La abogada en Derecho Inmobiliario de AM2 Legal, Marta Martín, cuenta que había interpuesto una demanda de desahucio contra un moroso que debía "casi 8 meses de renta", "se daba la casualidad de que yo a este arrendatario ya le había desahuciado, directamente, en otra ocasión y había colaborado indirectamente para desahuciarle en otras ocasiones". Es decir, es un okupa habitual, "un señor que forma parte de la mafia de los suecos peruanos, que operan aquí en Barcelona, y que se dedican a alquilar pisos para destinarlos a pisos turísticos ilegales".

"Ya sé por los otros procedimientos que no recoge burofaxes porque es un delincuente". Pero en este caso "nos enteramos que compartía el piso con otra mujer, por lo que pusimos el burofax a nombre de ella, aunque luego en el texto pusimos la oferta vinculante a nombre de los dos. Así dejábamos claro que teníamos intención de cumplir con el MASC (Medios Adecuados de Solución de Controversias )".

"Al cabo de un par de días, él nos envió un WhatsApp diciendo que estaba dispuesto a devolver la vivienda, pero siempre y cuando le condonáramos todas las rentas. Yo le dije a mi cliente que no. Yo lo que quería era que pagara, porque ya había pagado en otros casos que yo había llevado contra él".

Con lo que no contaba la abogada era con que la justicia no vería suficiente esta negociación: "Todo esto lo llevamos al juzgado, y el juzgado nos contesta ¡a los cuatro meses!, que como el burofax no iba dirigido a él, no servía porque no se había cumplido el MASC y no había habido esa voluntad de negociar con él a pesar de aportar los WhatsApp que demuestran que hablamos y la documentación que demuestra que estamos ante un delincuente que hace esto de forma habitual".

Le salvó la dilatación de la respuesta de la jueza: "Antes de la contestación, como ya estaba tardando mucho en contestarnos el juzgado, le sugerí al cliente aceptar, coger las llaves y condonar la renta. ¡Qué casualidad que habíamos recuperado la posesión el sábado pasado y el lunes me llegó la inadmisión!". Es decir, el propietario logró recuperar su casa, pero a costa de personar la deuda, y si hubiera confiado en la justicia, tampoco podría tener su casa. 

"Los MASC para lo único que sirven es para dar alas a los incumplidores, a los sinvergüenzas, y para retrasar los procedimientos" sentencia Martín.