Mañana jueves 28 de diciembre, día de los Inocentes, tendrá lugar en Pamplona la consumación de la última infamia sanchista: la entrega por parte del PSOE-PSN de la alcaldía de Pamplona (actualmente en manos de Cristina Ibarrola, de UPN) a EH Bildu. 

¿Y qué es EH Bildu?

 

En el caso de Pamplona, además, concurren más elementos de la infamia sanchista: que el mismo Pedro Sánchez, hasta hace dos telediarios, aseguraba que con "Bildu no vamos a pactar, si quiere se lo repito 20 veces" y que la hasta hace muy poco concejal del PSOE-PSN en Pamplona, Elma Sáiz (recién nombrada ministra de la Seguridad Social) también aseguró en campaña electoral para las elecciones municipales del 27 de mayo que su partido no iba a apoyar a EH Bildu para hacerse con la alcaldía de Pamplona: "Rotundamente no". 

Otro elemento de la infamia sanchista es que, en el mes de junio, Sánchez se vanagloriaba de que, gracias a la abstención del PSOE-PSN, los regionalistas de UPN habían logrado hacerse con la alcaldía de Pamplona. 

¿Por qué Pedro Sánchez ha vuelto a mentir a todos los españoles, y especialmente a los pamploneses? 

Lo explicaba muy bien esta mañana la alcaldesa Cristina Ibarrola en Onda Cero: "los socialistas van a "vender Pamplona por sillones para mantener a Sánchez presidente y a Chivite presidenta de Navarra". 

Y es que, tras los comicios municipales y autonómicos del pasado 27 de mayo, UPN obtuvo 9 escaños. EH Bildu 8. El PSN 5. El PP 2. Geroa Bai 2. Y Contigo Navarra, 1.

Entonces, EH Bildu quiso hacerse con la alcaldía de Pamplona con sus 8 concejales más PSN (5), Geroa Bai (2) y Contigo Zurekin (1). Pero los socialistas votaron en blanco para no perjudicar a Sánchez en las elecciones del 23 de julio (quedaba muy mal hacer alcalde a un batasuno). Y por eso, Cristina Ibarrola (UPN) accedió a la alcaldía de la capital navarra, por ser la lista más votada, con 11 de los 27 votos del pleno (los 9 de su grupo y los 2 del PP), tras haber empatado a once con los de Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin. 

Pero era un secreto a voces que, tras las elecciones generales del 23 de julio, el PSN daría en bandeja de plata la cabeza de Ibarrola a EH Bildu  a cambio de los votos a favor de los bildutarras en la investidura de Pedro Sánchez. Y en pago también por haber hecho presidenta de Navarra a la socialista María Chivite gracias a abstención de los herederos de Batasuna.

Así pues, mañana, el portavoz de EH Bildu, Joseba Asiron, quien ya fue alcalde de Pamplona entre 2015 y 2019, volverá a ocupar el cargo. 

Y lo hará con los 8 votos de EH Bildu, Geroa Bai (2), Contigo Zurekin (1) y los cuatro del PSN, que sumarán 15 (uno más que la mayoría absoluta de 14).

Se da la circunstancia que el hueco que dejó la concejal socialista Elma Sáiz debía haber sido ocupado por el siguiente en la lista del PSOE, Tomás Rodríguez. Pero este ha renunciado por "motivos personales". Y la siguiente en la lista, María José Blasco, también ha renunciado, en su caso por motivos laborales. Por lo que finalmente, el quinto concejal del PSOE será Miguel Matellanes (23 años), aunque por trámites burocráticos no le dará tiempo a tomar posesión de su acta y no podrá votar a favor de Asirón. 

La renuncia de ambos habla bien a las claras del coste político y personal que puede tener el apoyar esta moción de censura para dar la alcaldía a EH Bildu en una ciudad pequeña como Pamplona. Razón por la cual, el PSOE se ha apresurado a acusar a UPN de “señalamiento” a sus concejales. Ibarrola respondía esta mañana así al secretario general del PSOE-PSN, Ramón Alzorriz: “A Ramón Alzorriz solo le falta autolesionarse para decir que ha sido un miembro de UPN”. 

Así las cosas, la alcaldía de Pamplona será para EH Bildu, la coalición en la que se integran los herederos de Batasuna, brazo político de ETA y que nunca ha condenado los asesinatos de la banda terrorista, una banda criminal que tampoco ha ayudado a esclarecer los asesinatos de ETA que quedan si resolver y una banda que ha asesinado a compañeros socialistas... 

Y uno de cuyos concejales en Pamplona, Joxe Abaurrea --su número 3—, fue condenado a seis meses de cárcel en 2021 por pegar a dos mujeres (una concejala y una policía municipal) durante el chupinazo de 2019 y que tampoco ha condenado el asesinato del concejal de UPN Tomás Caballero.