En una de las violentas manifestaciones convocadas el 8 de marzo en México con ocasión del Día de la Mujer, feministas pintaron el exterior de una iglesia católica en Guadalajara, rompieron la puerta y causaron daños en el interior, recoge Aciprensa.

En su recorrido por Guadalajara, estado de Jalisco, la turba de feministas encapuchadas llenó de pintas el exterior del Santuario de Nuestra Señora de la Soledad, en la avenida Ignacio Vallarta.

Entre los diversos mensajes escritos con pintura en aerosol en el exterior del templo católico se puede leer “aborto legal”, “pedófilos”, “violadores” y “encubridores”.

El párroco del Santuario de Nuestra Señora de la Soledad, P. Salvador López Rojas, dijo a ACI Prensa que cada año las feministas realizan pintas en el exterior del templo católico, ubicado en una importante arteria vial de Guadalajara. Sin embargo, este año dañaron la cerradura y la puerta e ingresaron al templo. El sacerdote señaló que la turba feminista dañó además una cámara de vigilancia.

El párroco destacó que las feministas no se decidieron a avanzar más por las advertencias de las policías femeninas que escoltaron la manifestación, que les dijeron que podrían ser arrestadas

El párroco destacó que las feministas no se decidieron a avanzar más por las advertencias de las policías femeninas que escoltaron la manifestación, que les dijeron que podrían ser arrestadas. “Por eso ya no avanzaron a hacer más destrozos”, dijo.

 

 

Para el P. López Rojas, con la violencia que despliegan contra los templos las feministas muestran “definitivamente un odio a la Iglesia”.

Aunque esta vez, por su limitado número, las violentas feministas no pudieron romper el cerco que protegía la Catedral Metropolitana de México la tarde del 8 de marzo, las turbas sí realizaron pintas en otros importantes templos del país.

El cerco exterior de la Catedral de Puebla y las paredes del Templo Expiatorio El Beaterio de Xalapa fueron pintados por las turbas feministas, mientras que en ciudades como León y Aguascalientes grupos de fieles se congregaron en el exterior de las catedrales, en un esfuerzo de evitar daños y profanaciones.