Sr. Director:

Estamos en la guerra total entre Satanás que se ha quitado la careta y Dios.

Los obispos tienen que convocar a los fieles a y a toda persona de buena voluntad, para manifestar con el obispo al frente, rodeando los lugares donde se realicen abortos, rezando, aspergiendo agua bendita y con un exorcismo, pues con una certeza absoluta, en esos centros la presencia de Satanás y sus esbirros es indiscutible, y solo así se podrá ganar esta guerra. Sería una honra para un obispo, que le detuviese la policía por encabezar esa actuación, y para los fieles un testimonio que avivaría su fe. Ya no sirven solo palabras, hay que pasar a la acción, y como es una batalla espiritual, los obispos son los que tienen que convocar a los fieles. A Satanás solo se le vence con oración, penitencia y ayuno. Satanás se ha hecho dueño del mundo, por que los cristianos muy “moderaditos y charlatanes”, hemos hecho una religión descafeinada y olvidado el mandato de Cristo: “Id por el mundo entero y proclamad el Evangelio, el que crea y se bautice se salvará, sino será condenado.”