La presentación este miércoles del ‘Informe de Riesgos Globales 2024’, elaborado por el Foro Económico Mundial -otro instrumento del Nuevo Orden Mundial (NOM)- nos sirve de guía para conocer los asuntos que tratarán oficialmente los líderes mundiales durante el Foro Davos, que este año se celebrará entre el 15 y el 19 de enero. Resaltamos lo de oficialmente, porque como todo el mundo sabe, las reuniones son secretas -Patxi López diría discretas- y los presentes firman un acuerdo de confidencialidad para evitar filtraciones.

En esta ocasión, la mayor amenaza económica a corto plazo -dos próximos años-, según el informe, es la información falsa generada o potenciada por inteligencia artificial, justo cuando está previsto que se celebren procesos electorales -2024 y 2025- en países tan importantes como EEUU, India, Reino Unido o México, entre otros.

La desinformación podría producirse también después de las elecciones, alerta el informe, para sembrar dudas sobre la legitimidad de los resultados.

Traducido, lo que nos está diciendo el Foro Económico Mundial -es decir, el NOM- es que va a extremar la censura de mensajes contrarios al gran consenso global (ideología de género, aborto, etc.) y que si alguien pone en duda algún proceso electoral en el que haya salido vencedor uno de los suyos (del NOM), será convenientemente desacreditado. Prepárense porque el próximo bienio electoral será intenso y ya hemos visto hasta dónde es capaz de llegar el NOM y su propaganda.

La segunda gran preocupación, la mayor amenaza a largo plazo -próxima década- es el cambio climático, algo tan poco original que invita a dejar de leer. “Podríamos sobrepasar ese punto de inflexión irreversible del cambio climático”, afirma el informe, que alerta sobre un cambio crítico en los sistemas de la tierra, pérdida de biodiversidad, colapso de los ecosistemas y escasez de recursos naturales.

Todo muy tremendista, como lo llevan presentando desde hace más de una década. Todos vamos a morir, pero lo haremos felices porque no tendremos nada.

Por cierto, en Madrid hace mucho frío. Será porque estamos en enero.