Comenzamos esta crónica semanal sobre persecución a los cristianos en Mali, donde una misionera suiza fue ejecutada por sus secuestradores, terroristas islamistas, después de cuatro años de cautiverio, informa Christian Post.

Se llamaba Beatrice Stockli, era misionera evangélica y tenía 59 años. Comenzó a trabajar como misionera en Tombuctú en 2000. Una líder de la iglesia local en Mali dijo que llevaba una vida austera en un distrito popular conocido como Abaradjou, donde vendía flores y repartía material cristiano. Se sabía que era sociable, especialmente con mujeres y niños.

En 2012, fue secuestrada por islamistas pero liberada diez días después. Se fue de Mali después de que su madre y su hermano le suplicaran, pero pronto regresó a pesar de que el gobierno suizo le había advertido que no lo hiciera.

Así que en 2016 fue capturada de nuevo por hombres armados. "Beatrice Stockli es una monja suiza que declaró la guerra al islam en su intento de cristianizar a los musulmanes", dijo en un vídeo una mujer enmascarada con acento británico que se atribuyó la responsabilidad de su secuestro en nombre de Al-Qaeda en el Magreb Islámico.

Los comunistas chinos, a pesar del acuerdo con El Vaticano, se ensañan con los cristianos

Y de África nos vamos a Asia, concretamente a China, donde el diácono Jang Moon Seok fue secuestrado por agentes norcoreanos hace seis años y ha sido internado en un campo de trabajos forzados desde entonces, informa Christian Post.

“¿Su ‘crimen’? Jang dio comida, ropa, una cama caliente y el amor de Dios a los refugiados hambrientos, desnudos, fríos y desesperados que huyeron a través de la frontera”, dijo el portavoz de La Voz de los Mártires, Todd Nettleson.

"La esperanza de vida en un campo de prisioneros en Corea del Norte es de menos de 15 años", dijo Nettleson. "Sería sometido a trabajos forzados, trabajando, cultivando, plantando manzanos u otro tipo de tareas", además de recibir torturas, añadió el director ejecutivo del Comité de Derechos Humanos en Corea del Norte, Greg Scarlatoiu.

Pero es que, diecisiete meses después del secuestro de Jang, agentes norcoreanos cruzaron la frontera china de nuevo para asesinar al pastor Han Chung-Ryeol, el líder de la iglesia de Jang. "Los asesinos del pastor Han fueron honrados en una ceremonia televisada en Corea del Norte", afirmó Nettleson.

"El gobierno chino permite a los agentes norcoreanos cruzar la frontera, arrebatar a los ciudadanos chinos y llevarlos de vuelta a Corea del Norte. No sólo no están defendiendo a sus ciudadanos, sino que participan activamente en los abusos", añadió Nettleson.

En la primera potencia económica del mundo, tan alabada en Europa, hasta se persigue a los muertos: profanan las tumbas de misioneros suecos

Y seguimos en China, cuya dictadura comunista incrementó su persecución a los cristianos en las semanas previas a la renovación del acuerdo con el Vaticano, el pasado 22 de octubre, recoge Infocatólica.

Según la revista Bitter Winter, la tiranía comunista ha implementado de forma más estricta la prohibición de la venta y distribución de textos religiosos, como la Biblia, que no pueden ser enviados por correo en China ya que se consideran «contrabando».  

El año pasado, el Partido Comunista Chino retiró murales, carteles y material gráfico con el contenido de los 10 Mandamientos en las iglesias de varias partes del país, y los reemplazó con textos alterados para reflejar mejor los principios comunistas. Los funcionarios del Partido Comunista también han anunciado que están trabajando en una versión de la Biblia aprobada por ellos.

En China, la educación religiosa de cualquier persona menor de 18 años es ilegal. Esto significa que las clases de catecismo han sido cerradas y no se permite a los menores entrar en los edificios de la iglesia.

El gobierno chino sigue encarcelando al clero católico que se niega a apoyar al Partido Comunista, según un informe de septiembre de la provincia de Jiangxi.

La persecución comunista contra los cristianos llega incluso a los muertos. Bitter Winter informó el 16 de octubre que el mes anterior las autoridades chinas habían demolido las lápidas de 20 misioneros suecos, algunos de los cuales murieron hace más de 100 años.

Así las cosas, urgen oraciones por los cristianos perseguidos por su fe en Cristo.