
Sectarismo de izquierdas.
La izquierda ha monopolizado la cultura desde la mismísima Transición democrática, iniciada en 1975... y ya han pasado cincuenta años. No voy a entrar en el fondo de la cuestión porque toda la cuestión puede resumirse en una sola y no muy profunda idea: la poesía, la novela, la arquitectura, pintura y escultura, el teatro, el cine, todo aquello que no sea de izquierda no es cultura. Y cuando la izquierda se trasmutó en progresismo, continuó la estafa: todo lo que no fuera progre no era cultura.
No voy hacer ahora una causa general de lo que denuncio. Resultaría muy extenso, me llevaría mucho tiempo y yo tiendo a vago.
Simplemente voy a poner un ejemplo de un poeta olvidado, el mejor poeta ceutí del siglo XXI, Luis López Anglada, que, claro, dado que escribía sobre Cristo y encima era de la primera generación de militares tras la Guerra civil: o sea un militar franquista.
Sin embargo, Anglada era el rey del soneto y como para muestra basta un botón, allá va éste, dedicado -¿Ven cómo es un faccioso?- a Cristo eucaristizado: