Los activistas y el lobby LGTBI internacionales están presionando a las ONG y a los países para que retiren fondos de las agencias humanitarias locales y las clínicas médicas que promuevan ‘terapias de conversión’ para los homosexuales, es decir, ayudas u orientaciones para dejar de ser homosexual, informa C-Fam. 
 
Aunque las investigaciones de openDemocracy no fueron concluyentes y solo demostraron lo que parece ser una relación tangencial entre los donantes de asistencia extranjera y la llamada "terapia de conversión", los activistas LGTBI inmediatamente condenaron a USAID, MSI Reproductive Choice y otros donantes, añade C-Fam.

"USAID no financia ni promueve la terapia de conversión anti-LGBTQI +", dijo Anthony Kujawa, portavoz de la embajada de Estados Unidos en Kampala Uganda, en respuesta a las afirmaciones de openDemocracy de que USAID y otros donantes importantes están financiando programas de este tipo en África. 

Lo curioso de todo esto es que esos mismos que defienden la libertad para que cada uno pueda elegir el sexo que quiera -por ejemplo, el lobby LGTBI- impiden la libertad de quienes quieren elegir, por ejemplo, dejar de ser homosexual. Curiosa paradoja.