En Reino Unido, la clínica Tavistock, especializada en cambios de género en menores y con problemas de salud mental, podría enfrentarse a una acción legal masiva «por parte de 1.000 familias de niños que afirman que se les obligó a tomar bloqueadores de la pubertad que alteran la vida» semanas después de que el Servicio Nacional de Salud británico (NHS) la cerrara a raíz de un informe médico contrario, informa Daily Mail.

El NHS ordenó su cierre a raíz de un informe demoledor en el que se constataba que los adolescentes sufren porque se les obliga a esperar para recibir tratamiento. El experto que llevó a cabo la revisión también advirtió de los efectos secundarios potencialmente graves de los fármacos «bloqueadores de la pubertad».

La Dra. Hilary Cass planteó la preocupación de que los fármacos pudieran interrumpir el proceso de maduración del cerebro, afectando a la capacidad de juicio de los niños. Sus conclusiones plantean la posibilidad de que los pacientes tratados en el Tavistock y sus padres puedan demandar al NHS para obtener una indemnización. Podrían intentar demostrar que la medicación les perjudicó, y que el personal del centro afirmó que era «totalmente reversible» a pesar de la falta de pruebas. Los pacientes también pueden alegar que no pudieron dar su consentimiento informado para tomar los medicamentos, dado el desconocimiento de sus efectos a largo plazo, recuerda Religión en Libertad.

En febrero de 2019, un informe interno del doctor David Bell, que formaba parte de la junta directiva de Tavistock, señaló que los pacientes sufrían "daños a largo plazo", porque no podían "resistir la presión" de activistas "altamente politizados". El médico alertó de que algunos pacientes estaban adoptando una "identidad trans como una "solución" para "múltiples problemas", incluido el abuso infantil, el duelo o la homofobia.

Un informe interno del doctor David Bell, que formaba parte de la junta directiva de Tavistock, señaló que los pacientes sufrían "daños a largo plazo", porque no podían "resistir la presión" de activistas "altamente politizados

Entre las prácticas habituales de la clínica se demostró que algunos pacientes fueron prescritos con bloqueadores hormonales, después de solo cuatro citas con su médico. Un tratamiento que interfiere en los cambios físicos en la pubertad, como es el desarrollo de los senos, la voz o el vello facial. Rishi Sunak y Liz Truss, que compiten estos días desde el lado conservador por ser el próximo Primer Ministro, prometieron acabar con el uso de estos productos, insinuando que podrían prohibirse por completo para los menores de 18 años.

James Esses, cofundador de Thoughtful Therapists, ha declarado: «Me han contactado varios detractores que están considerando emprender acciones legales. En Estados Unidos ya hay demandas colectivas de padres de niños a los que se les han recetado bloqueadores de la pubertad. Es sólo cuestión de tiempo que veamos acciones similares en nuestras costas. La disforia de género es una condición de salud mental y debería ser tratada como tal a través de una terapia exploratoria, en lugar de medicamentos irreversibles y cirugía. Demasiados niños han quedado con cicatrices físicas y emocionales por decisiones que nunca deberíamos haberles dejado tomar», añade Religión en Libertad.

La disforia de género es una condición de salud mental y debería ser tratada como tal a través de una terapia exploratoria, en lugar de medicamentos irreversibles y cirugía

En España, el pasado 27 de junio, la ministra de Igualdad Irene Montero anunció la aprobación en el Consejo de Ministros de la Ley Trans y de Derechos de las personas LGTBI. De ser aprobado este anteproyecto de Ley en las Cortes Generales, permitirá, por ejemplo, cambiar el sexo registral desde los 12 años sin otro requisito que solicitarlo y sin pruebas médicas que confirmen la disforia de género. Concretamente, entre los entre 12 y 14 años se necesitará aprobación judicial; entre 14 y 16, la asistencia de padres o tutores; y a partir de los 16 no habrá ninguna limitación al cambio de sexo, tal y como publicamos en Hispanidad.

Ante ello, el Consejo de Estado, aquí en España, advertía: cambiarse de sexo no es una broma: todos los menores deben contar con aval judicial para cambiar de sexo, para evitar "decisiones precipitadas".

También en España, el Observatorio de Bioética del Instituto Ciencias de la Vida publicó un informe que apunta al aumento de personas transexuales arrepentidas tras someterse a tratamientos de transición de género. Varios países están revirtiendo la políticas implementadas hasta ahora en el tratamiento de los casos de disforia de género, adoptando posturas más prudentes que incluyen la necesidad de diagnóstico clínico y seguimiento de todos los casos así como el retraso en el comienzo de las intervenciones de transición. Se trata de países como Finlandia, Suecia, Reino Unido o Australia, que ahora ponen el freno a la hora de iniciar la hormonación en menores de edad, como también recogimos en Hispanidad.

Y hay también cada vez más historias de Trans arrepentidos por el mundo...

Recordemos: la ideología de género, promovida por diversos países y organismos internacionales en la legislación y en la educación de niños y jóvenes, es una corriente que considera que el sexo no es una realidad biológica sino una construcción sociocultural. Es decir, que cada uno puede elegir su sexo con independencia de su biología. Es una de las obsesiones del Nuevo Orden Mundial y busca implantarla en todo el mundo.

Todo lo cual atenta contra la ley natural, pues todo el mundo sabe con la sola razón que se nace hombre o mujer y nadie nos pidió permiso para ello, como tampoco para nacer.

Además, una de las consecuencias de ello es el peligro para la familia natural, pues se rompe el esquema natural: "matrimonio-amor-sexualidad (varón y mujer)-procreación".