La pasada semana fue la semana del aborto. Y a mí qué me importa que el aborto sea una cortina de humo, como argumenta Feijóo, de Pedro Sánchez para que no se hable de las corrupciones, siempre presuntas, naturalmente, de su esposa, su hermano o sus segundos en el PSOE.
Porque el aborto nunca es cortina de nada, nunca es accidente, siempre es sustancia: es la cuestión más relevante de cuantas se pueden tratar en la cosa pública y la cuestión más relevante del tiempo actual, cuando ya se habla de "derecho al aborto". Repitamos: ¿Derecho de una madre a matar a su propio hijo en sus propias entrañas? ¿En serio? ¿Eso es un derecho?
Por lo demás, sin el derecho a la vida, que lo es desde la concepción hasta la muerte natural, el resto de derechos carece de sentido.
Pero claro, cuando no se habla claro, no sólo se confunde al receptor si no a los tuyos... y el contrario se aprovecha. Primero fue el PSOE y sus aliados comunistas: Sánchez, preso de un frenesí por la legalidad, exige a las comunidades autónomas que elaboren el listado de médicos objetores de conciencia al aborto. Para entendernos, la lista de objetores es algo que siempre han pedido los partidarios de la vida, para no obligar a un galeno a perjurar de Hipócrates y matar niños. Y ahora resulta que es al revés: son los más aborteros, el PSOE, que les pides a los un poco menos aborteros, al PP, que elaboren las listas y son éstos los que se niegan y encima se enzarzan en disputas internas entre Feijoó y Ayuso.
Una polémica que, interesada o no, se produce después de las asombrosas declaraciones de Felipe VI: España aspira a ser un "referente en salud sexual y reproductiva". Yo me hago republicano
Ayuso, que no es provida sino abortera, muerde el anzuelo y se enzarza en una bronca con su oposición madrileña -la más maleducada de todas las oposiciones-: no forzaremos a nadie a abortar -sólo faltaba, Isabel- y no señalaremos a nadie por no querer abortar.
La mayoría de abortistas niegan la vida del bebé en el vientre materno, y están a favor del aborto por el mal llamado derecho a decidir de las mujeres sobre su propio cuerpo.
— Universitarios Católicos (@UniCatolicos_es) October 9, 2025
Pero muchísimo más peligroso son aquellas personas que reconocen que es una vida humana. Que dicen que… https://t.co/VNxc563966
Pues mire doña Isabel: que le señalen bien señalado. Si yo soy médico y me dedico a sanar, que no a matar, me debe importar una higa que me señalen como objetor.
Y entonces llega Feijoó, el socialista progre de derechas, y arremete contra Ayuso y asegura que cuando él llegue al poder toda mujer podrá abortar sin el menor problema. Naturalmente, a Sánchez le ha faltado tiempo para escribir: Isabel, Alberto te ha mandado una carta.

Ayuso es abortera, incapaz de defender la vida del más inocente y más indefenso de todos los seres humanos: el concebido y no nacido.
Entonces, ¿del aborto hay que hablar? Hablar y no callar.
En Vox, la voz más preclara es la de Clara Toscano, pero se echa de menos que se hable del derecho a vivir, no a morir... desde la concepción hasta la muerte natural
Conclusiones: estamos tocando fondo, tanto en el PSOE como en el PP. Feijoó es abortero, Ayuso es abortera... votar PP es votar aborto.
Y así, está claro que ningún católico puede votar al PP. Por su parte, el PSOE es abortero y cínico: ahora resulta que la lista de médicos objetores al aborto favorece el 'derecho al aborto'.
Por cierto, una polémica que, interesada o no, forzada o no por Sánchez, se produce después de las asombrosas declaraciones de Felipe VI: según él, España aspira a ser un "referente en salud sexual y reproductiva". Yo me hago republicano.
Y en Vox, ominoso silencio. Se supone que defienden la vida pero, como diría Buxadé, un verdadero lince, lo del aborto no vende, así que mejor callar. Y así, es como el ambiente general viene marcado por la barbaridad del derecho a la vida.
En Vox, la voz más preclara es la de Carla Toscano, pero se echa de menos que se hable del derecho a vivir, no a morir... desde la concepción hasta la muerte natural.
El derecho a la vida no es ni un "debate del pasado" ni una "causa superada", al contrario. Está más en peligro que nunca por el afán abortista de la izquierda y por vuestra patética cobardía. https://t.co/isE3LfbgQ0
— Carla Toscano (@eledhmel) October 9, 2025
"Cada vida importa" dice el pro aborto. Sin sonrojarse. https://t.co/vlR5yn2R2Y
— Carla Toscano (@eledhmel) October 10, 2025
El debate sobre el aborto no ha terminado, porque no puede terminar... hasta que se imponga el derecho a la vida, si no, seguiremos viviendo en la ley de la selva y en el mundo de la muerte bendecida.
Por cierto, llegados a este punto ¿no deberían, los obispos españoles tan sólo recordar la doctrina de la Iglesia sobre la vida? Resultaría de lo más pertinente.












