Al hilo de los resultados del informe PISA, decíamos en Hispanidad que los alumnos españoles son cada vez más burros, pero, eso sí, son muy sensibles. Y es que, según dicho informe los estudiantes españoles obtienen los peores resultados de la última década en Ciencias, Matemáticas y Lectura.

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Entonces, Pilar Alegría achacaba esos malos resultados a la pandemia. Los estudiantes lo habían pasado mal y eso se tradujo en sus resultados académicos. En la tarde del viernes 26, la ministra de Educación ha vuelto a utilizar el mismo argumento, para añadir, ojo, que durante ese periodo de Covid, los alumnos experimentaron problemas emocionales que al Gobierno Sánchez le tenían y le tienen muy preocupados. Es más, dice la ministra "si algo nos debe preocupar y ocupar" es mantener ambientes seguros para los alumnos. Así, del informe PISA la titular de Educación ha destacado lo bien que sitúa a España en materia de bienestar y convivencia, porque, por ejemplo, los estudiantes tienen un alto sentimiento de pertenencia al centro escolar y hay una baja incidencia del acoso. Estamos en los puestos más altos del ranking de la UE y la OCDE. 

Muy bien señora ministra, pero es que también estamos en lo más alto de la incompetencia en comprensión lectora y en matemáticas. ¿Acaso eso no debe preocuparnos y preocuparnos... y mucho?