La brecha de género en el aprendizaje de cálculo existe y empieza al final de Primaria, a partir de cuarto curso, cuando las chicas tienen una autopercepción menor, una mayor ansiedad matemática y unos niveles de disfrute más bajos que el de sus compañeros. Lo dice el estudio Mujeres en STEM. Desde la educación básica hasta la carrera laboral elaborado por Esade a partir de informes como el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA) o el Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias (TIMSS). 

Pero eso es algo que ya en su día nos descubrieron Devermut Marta y Sara, una pareja de novias blogueras que, en sus canales de Youtube e Instagram, dan visibilidad al colectivo LGTBI. Se dedican también a dar charlas en centros educativos como está del vídeo en el que hablan sobre la 'ansiedad por matématicas' que -según explican con datos muy contrastados- sufren muchas mujeres ante los números. El resultado: no optan por ingenierías, ni carreras técnicas. 

 

Siguiendo el estudio de Esade, pese a que a los 15 años las chicas manifiestan realizar un esfuerzo superior que los chicos para entender las Matemáticas, la diferencia en autopercepción y afección por esta materia persiste entre ambos.

La brecha de género más relevante se da en la preocupación por la dificultad y las calificaciones en Matemáticas, así como en el nerviosismo a la hora de resolver problemas, siendo en ambos casos mayor para las chicas. Asimismo, mientras que la diferencia en resultados se ha reducido en la última década, la brecha en ansiedad ha aumentado.

Los datos de esta investigación concluyen que ese rechazo en las etapas tempranas anticipan que la brecha de género se traslade posteriormente a la carrera laboral. Así, la probabilidad de aspirar a los 15 años a tener una profesión STEM a los 30 es un 12,7 por ciento menor para las chicas que para los chicos, una diferencia que no varía al tener en cuenta el nivel de rendimiento.

Otra conclusión, esta vez, la interpretación de Hispanidad: la culpa la tiene el machismo, porque al final los hombres sacan mejores notas en carreras técnicas. Porque -atención que esto es lo explica todo- "nos han educado para que seamos muy buenas cuidando, preocupándonos, hablando, por eso somos buenas en comunicación, en salud... Pero nos han educado para que tengamos miedo a los números". "Nos han dicho que somos malas en mates". Y, seguro, que lo han dicho los hombres.