Esta genialidad corre por las redes y no me resisto a repetirla. Sólo añadir que estamos cayendo en la mitificación de la ciencia. Hemos olvidado aquella sentencia de un científico de renombre, el católico Luis Pasteur (1822-1895), precisamente el padre de la microbiología moderna. Cuando le dijeron (podía haber sido Pedro Sánchez quien se lo comentara, pero en el siglo XIX aún no contábamos con su fructífera aportación a Europa): la ciencia no tiene ni fe ni patria.

A lo que Pasteur respondió: “cierto, la ciencia no tiene ni fe ni patria, pero los científicos sí”. Pues eso.

Pero lo mejor es que repasen este texto. Brillante, la mejor imagen del Covid. Un libro clásico de divulgación llevaba por título Teología y Sensatez. Es el momento de escribir otro que se titule “Ciencia y sensatez”. La ciencia no necesita sensatez, los científicos sí. 

Ahí va el diálogo anunciado: 

- Hombre, Julián, te has afeitado la cabeza.

- Claro, hay una pandemia de piojos y todos debemos afeitárnosla para evitar que nos infecten, ¿por qué no te la has afeitado tú?

 

- Bueno, es una medida algo exagerada, y no la necesito: yo no tengo piojos.

- Pero no puedes tener una seguridad al 100%. Los piojos no siempre son visibles, y se ocultan bajo el cabello.

 

- Justamente ayer fui a la peluquería a cortarme el pelo. Si el peluquero hubiera visto algo raro, me lo habría dicho. Es un profesional y tenemos confianza desde hace años.

- Quizá ayer no tuvieras piojos, pero desde entonces habrás tenido decenas de oportunidades de infectarte. Se contagian con mucha facilidad.

 

- Pero yo me aseo escrupulosamente, me ducho a diario y me lavo la cabeza con frecuencia. Tengo el pelo muy limpio.

- Ése es, precisamente, un reclamo para los piojos. Van al pelo limpio. ¿Qué más pruebas necesitas de que conservar el cabello te pone en peligro y nos pone en peligro a los demás?

 

- A ver, al margen de lo que dices es un disparate, ¿cómo te voy a poner en peligro de contraer unos bichitos que no tengo si tú vas rapado?

- Nunca se sabe; además mi pelo volverá a crecer, y por tu culpa pueden anidar en él liendres que me infectarán. La única medida preventiva realmente eficaz es que toda la población se afeite la cabeza.

- Mira, te veo un poco obsesionado: los riesgos como el que te preocupa no compensan las medidas drásticas que propones.

 

- Claro, como tú no ves la televisión no eres consciente del enorme peligro que corremos todos. Continuamente nos lo recuerdan.

- ¿Quiénes "nos" lo recuerdan?

- Un montón de famosos, actores, cantantes,... los de "La isla de los cuernos", "Hombres, mujeres y Dios sabe qué", "Gran hermano haciendo el primo", “El hormigonero” y "Operación Truño" hablan de ello a diario.

- Hablan de ello porque les pagan por hacerlo. Siempre están al servicio del mejor postor. Los únicos que deberían  pronunciarse sobre este tema son los médicos, en particular los dermatólogos.

 

- Hay un especialista en urgencias dermatológicas que también insiste en el peligro que corremos. Dice que nunca había tenido tanto trabajo como ahora que se ha declarado esta epidemia.

- La verdad, no creo que tenga tanto trabajo si le sobra tiempo para acudir a los platós de televisión. Por cierto, ¿él va afeitado?

- No, porque toma muchas precauciones, se somete a exámenes y los techos altos le protegen de ser contagiado.

 

- ¿No te das cuenta de lo absurdo de hacer caso a quien no cumple con lo que predica? Lo de los techos altos es una estupidez, deberías analizar todo esto con calma y darte cuenta de que te estás volviendo paranoico.

- Dices eso porque eres un negacionista de los piojos. Por culpa de gente como tú vamos a resultar infectados todos. Mira, al famoso futbolista Mal Agüero le contagiaron en los vestuarios, y él contagió a toda su familia.

 

- Pero los piojos, aunque molestos, no pueden hacernos demasiado daño.

- Eso es lo que crees tú. Transmiten enfermedades horribles, y nada de lo que hagamos será suficiente hasta vencerlos.

 

- Por cierto, estás a una distancia que casi tenemos que hablarnos a gritos.

- Debemos mantener la distancia social para mantener a raya la infección. No te me acerques, por favor.

 

- Mira, no me acerco más que nada porque hueles muy raro, como a gasolina.

- Sí, me froto gasolina en la cabeza todos los días para matar a los piojos. Es muy eficaz, pero no debes dejar de hacerlo ni un solo día, porque entonces todas las aplicaciones previas no habrán servido de nada. Lo dicen los expertos.

 

- ¿Qué expertos?

- Los del comité de expertos

- El comité de expertos no existe

- El gobierno no dice sus nombres para evitar que les presionen. Cuidan de nosotros desde el anonimato.

- Pero por ley todo comité que asesore al gobierno debe ser de conocimiento público, no puede haber una comisión secreta tomando decisiones de trascendencia.

- Yo no se si las cosas son como dices, pero estamos viviendo una emergencia sanitaria. El cumplimiento de las leyes es lo de menos, lo importante es aplanar la curva de contagios.

 

- Mira, estás defendiendo una dictadura. Si crees que una emergencia justifica quitarnos nuestros derechos le estás dando a los políticos sin escrúpulos la excusa perfecta para someternos. Siempre encontrarán una emergencia para justificar el pisotearnos. Los derechos que se cedan, nunca volverán.

- A mí ahora no me preocupa ser pisoteado, me preocupa que me contagies. Los que aún no os habéis rapado al cero sois un peligro para todos. El afeitado capilar debería ser obligatorio, así como las abluciones diarias con gasolina ...

 

- ¿Pero no ves que aplicarte un abrasivo en el cuero cabelludo va a dañarte a la larga? Hay champús y desinfectantes eficaces e inocuos que puedes usar sin llegar a esos extremos.

- La tele dice que son dañinos, que solo funciona la gasolina. Usar champú es de magufos y conspiranoicos.

- Más bien es de gente a la que no le han comido el coco, como a ti, con propaganda acientífica, y que saben cuidarse.

- Son asociales. Para cuidarnos tenemos al gobierno.

 

- Ah, ¿sí? ¿Cuándo ha sido que el gobierno te ha recomendado hacer ejercicio, comer sano, hidratarte, pasear por la naturaleza, descansar adecuadamente, evitar campos electromagnéticos, respirar profundamente, ...? ¿cuándo te ha protegido de tóxicos, productos químicos dañinos, disruptores endocrinos ... ? Sabes que solo le interesa explotarte, freirte a impuestos y evitar que protestes.

 

- Eres un radical y un negacionista. Afortunadamente sois muy pocos los que pensáis así.

- Querrás decir que somos muy pocos los que pensamos. A secas.

 

- No quiero seguir hablando contigo. Me voy con la gran mayoría de gente sensata y consciente que se afeita la cabeza y se echa gasolina en ella. Como tendríamos que hacer todos, de buen grado o por la fuerza.

- Te iba a decir "Pues haz lo que quieras", pero sospecho que lo que estás haciendo es lo que te han programado otros para hacer, manipuladores que ganan con esta situación. Cuando empiecen los problemas recuerda que intenté advertirte, pero veo que eres irrecuperable.

 

- Qué poca sensibilidad, empatía y respeto por el bien común. Someterse a la mayoría es lo que hacen los ciudadanos responsables.

 

- Mira, mi libertad y mi derecho a ir como yo quiera no se acaban dónde empieza tu trastorno obsesivo compulsivo. Lo que necesitáis los "afeitacionistas" es ayuda psicológica urgente.

- No hay forma de que entres en razón. Hasta nunca, egoísta insolidario.

 

- ¿Tú hablando de entrar en razón? Lo que me faltaba por oír. Te dejo por imposible. Hasta nunca, hipocondríaco.