La sociedad española fue demasiado dócil de encerrarse en casa y no salir, ante las órdenes aberrantes
La mentira es la especialidad del Sanchismo pero con el Covid ha alcanzado su cenit. El 14 de marzo de 2024, se ordena el confinamiento del país que no curó a nadie pero nos arruinó, ruina de la que sólo salimos con subvenciones públicas, que han convertido a la economía española en una economía hiperendeudada y a la sociedad española en una sociedad que intenta vivir de la subvención pública y unas familias y unas empresas masacradas a impuestos.
Pero para medir el éxito o el fracaso de Sánchez en la lucha contra el Covid hay que ir a la lista de fallecidos. Observen el cuadro, publicado por Hispanidad en enero de 2021 cuando la primera oleada ya había terminado, un buen momento para hacer balance.
Pues bien, presume Sánchez de haber salvado 300.000 vidas con su política frente al virus chino, consistente en encerrarnos a todos en casa, más que ningún otro país europeo, junto a Italia y de hacer negocios con las mascarillas que nos obligaron a llevar sin que esté claro su virtualidad.
Observen el cuadro adjunto el fracaso letal de Sánchez (interviene a partir del minuto 35:00) que ahora vende como un éxito: España fue, en 2020, el país con más muertos por habitante de Europa y el segundo país del mundo, tras Perú.
Celebran que nos mintieron durante días, que nos encerraron ilegalmente durante meses, que murieron miles de personas sin poder despedirse de sus seres queridos, que por sus restricciones arbitrarias cerraron miles de negocios.
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) March 13, 2024
Y mientras tanto, ellos se enriquecían.
Son… https://t.co/ZbjIm9MiIn
En algo tiene razón, Sánchez, que en la mañana del miércoles 13 ha comenzado su campaña de mentiras para reescribir la historia del coronavirus: la sociedad española fue demasiado dócil de encerrarse en casa y no salir, ante las órdenes aberrantes. Una sociedad obediente por miedo a morir, ciertamente, pero, desde luego, los españoles no nos comportamos en su momento con la gallardía que podía esperarse. Y Pedro Sánchez se aprovechó de ello en su memento y, sigue aprovechándose en la actualidad, para mentir.