En la festividad del Corpus Christi, conviene recordarlo
Ocurrió en uno de los más famosos santuarios del mundo. El máximo responsable del mismo, un prelado, daba una charla sobre la eucaristía a un grupo de laicos. Algunos de ellos se sorprendieron de que la muy venerable autoridad eclesiástica insistiera en emplear las palabras 'signo' y 'símbolo'. Así que al terminar el acto se acercaron a él y le preguntaron por qué. Se quedaron aún más sorprendidos cuando les respondió lo siguiente:
-A ver si van a ser ustedes de esos que se creen que en ese trozo de pan está Dios...
El humo de Satanás se ha colado en la Iglesia y ocultar esta realidad es casi tan peligroso como obsesionarse con ella.
Si no crees que en la forma consagrada se encuentra el mismo Dios, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad, entonces no eres cristiano... por muy solidario que seas y por muchas ONG's en las que participes
En la festividad del Corpus Christi, conviene recordarlo.
Para entendernos, la batalla de nuestros días es batalla eucarística. El Corpus no es la fiesta de la caridad sino la fiesta de la Eucaristía: amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo: por ese orden.
Pero el problema va más allá: si no crees que en la forma consagrada se encuentra el mismo Dios, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad, entonces no eres cristiano... por muy solidario que seas y por muchas ONG's en las que participes.
Además, el mayor peligro del mundo actual no es la guerra de Ucrania, sino que surja la falsa Eucaristía, que puede terminar en la adoración de la Bestia. Una nueva liturgia donde Cristo no estará y donde, al final, no lo duden, se acabará por adorar a Satanás en lugar de a Dios. ¿Tiene que llegar? Espero que no y, además... no tiene por qué llegar, pero la tendencia es esa. Una 'nueva misa' que incluso podría venir impuesta por la propia jerarquía en connivencia con el Estado. Como todas las obras diabólicas esta durará poco, no lo duden, pero puede hacer mucho daño.
El mayor peligro del mundo actual no es la guerra de Ucrania, sino que surja la falsa Eucaristía, que puede terminar en la adoración de la Bestia. A lo mejor, impuesta desde la propia jerarquía eclesiástica, aliada con el Estado
Y de lo que no me cabe duda es que la actual desacralización de la eucaristía supone un caldo de cultivo ideal para esta adoración de la Bestia. Dos detalles: acabo de visitar una ciudad turística cuya mayor riqueza son sus templos y he visto cómo se dejaba al Santísimo frente a la horda de turistas que pasaban delante de Él como quien pasa delante de un bar. Y me preocupan menos los turistas maleducados que los clérigos que permiten tamaña indiferencia frente al Santísimo, anonadado en el Sagrario.
Y también me preocupan los clérigos, que en Madrid, hablo de una eucaristía concreta, en Madrid, advierten contra el fanatismo mientras tratan al Santísimo como si fuera una galleta.
¿Entonces las cosas van mal? Y van bien. Ya conocen el lema del cristiano actual, ahora que la sociedad ha dejado de ser una sociedad cristiana: de derrota en derrota hasta la victoria final.
Hay clérigos de alto copete que no creen en la Eucaristía. Esto es un problema. Pero también está lo bueno: la adoración al Santísimo se ha disparado en todo el orbe católico
Ejemplo: la adoración al Santísimo, un reconocimiento expreso del alma hacia la divinidad de la Eucaristía, se ha disparado en todo el orbe católico. Sí, la Iglesia de Roma puede estar en crisis -yo creo que lo está- pero cada día aumentan las adoraciones 'seven eleven', 24 horas al día, 365 días al año. Sin liturgia de ningún tipo, no es necesaria: sólo la criatura, como corresponde, adorando a su Creador... al Corpus Christi.
Seamos lo suficientemente pesimistas para no ocultar la realidad y lo suficientemente optimistas para comprobar que la Gracia de Dios siempre corre, jamás se estanca.