Existe la percepción de una crisis financiera que están sufriendo las ONGs, a nivel global. En gran parte, debido a una caída de las donaciones privadas, por un desprestigio de sus actividades.
Un ejemplo: recientemente, se conocía el caso del desmantelamiento en Sevilla de una red que operaba a través de una ONG para conseguir papeles falsos a extranjeros.
En ese contexto, la iglesia española presentó ayer las cifras de la Asignación tributaria recibida a través de la X en la Declaración de la Renta en 2024.
Los fieles aportaron casi 430 millones de euros, por medio de colectas, cuotas parroquiales, etc., a los que se suman los 326 millones entregados a través de la X de la declaración de la renta, explicó la CEE en su nota de prensa.
En dinero, supuso unos 430 millones de euros, casi 47 millones más que el año anterior, con un incremento del 12%.
Mientras que los que marcaron la X en 2024 fueron casi 8 millones de declaraciones, 106.000 más que en 2023, aunque hubo un descenso en porcentaje: el 30% de los declarantes marca la X.
La asignación tributaria supone casi el 25% de los ingresos de la economía diocesana, gracias a los españoles que reconocen y apoyan el esfuerzo de la Iglesia.
En cuanto al destino de la Asignación Tributaria, el 84% del importe recibido de la X va dirigido directamente a las diócesis para sus necesidades y el resto a acciones de la Iglesia en España de ámbito nacional.
La iglesia destaca que por cada euro de gasto que realiza -con el fin de cumplir su misión pastoral, social y cultura- se generan 1,65€ en la economía española. El gasto de la actividad de la Iglesia diocesana en España (diócesis con sus parroquias, centros de formación y Conferencia Episcopal) es de 1.428 millones de euros, lo que supone 4 veces más en relación a lo aportado por la asignación tributaria.










