En junio de 2022, la Corte Suprema de EEUU derogaba la sentencia Roe vs Wade, que hace 50 años -en 1973- aprobó el aborto en todo el país y que ha costado la vida aproximadamente a unos 60 millones de niños en el vientre materno. 

Desde el fallo del Tribunal Supremo que derogaba la sentencia Roe vs Wade, cada estado de EEUU puede legislar con libertad sobre el aborto y pueden prohibirlo o restringirlo si lo desean. 

Desde entonces, algunos estados de EEUU han aprobado leyes que prohíben el aborto cuando se detecta el latido del corazón del niño, que suele ser en torno a la sexta semana de embarazo. Esos estados, son, por ejemplo, Texas, Georgia, Oklahoma o Idaho. 

Y el último en unírseles ha sido Florida, cuyo gobernador, el republicano Ron DeSantis, firmó también su Ley de Protección de los Latidos del Corazón, que había sido aprobada en el Senado estatal por 26 votos a favor y 13 en contra, y en la Cámara estatal de Representantes con 70 a favor y 40 en contra. 

No obstante, la norma no entrará en vigor hasta que la Corte Suprema estatal resuelva una demanda relacionada con el límite de gestación actual de 15 semanas. 

En cualquier caso, una buena noticia para el derecho a la vida de los no nacidos, a la que hay que unir la aprobada en el estado de Idaho, cuyo gobernador, Brad Little, sancionó recientemente una ley que penalizará a los adultos que ayuden a menores de edad a abortar u obtener píldoras abortivas, recoge Religión en Libertad. 

La nueva legislación hace que sea ilegal ayudar a una persona menor de 18 años a practicar un aborto, llevarla a hacia un estado donde el procedimiento sea legal o proveerle de píldoras abortivas sin el permiso de sus padres o tutores legales.