Nos encontramos en las proximidades de una encrucijada en la que España no se había visto desde el 11M, aquella nefasta fecha que marcó el inició definitivo de la destrucción de la España que conocimos y que cada día se reconoce menos al grito de “Desde el 11M, todo es 11M”. Una desconstruccióncuyos ejecutores activos han sido el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez junto al Partido Popular de Mariano Rajoy, que permitió por su desidia, o cobardía política, que todo siguiera igual.

Pero volvamos al día de hoy, porque como reza el dicho “está bien que mires el pasado pero no te pares a contemplarlo”. El día 25 y 26 de septiembre nos enfrentamos a un melifluo y desconcertante Alberto Núñez Feijóo que pretende investirse como presidente de España desde su altanería despectiva y gracias a la generosidad de otros que sí ven como prioridad, incluso por encima de su propio partido, lograr que Sánchez no repita como presidente.

Desde luego, a priori, los números no dan para que Feijóo lo consiga, al menos tal y como pintan las cosas a día de hoy, pero me temo que hay movida entre bambalinas. Podría darse un tamayazo, de forma que cuatro socialistas votaran equivocadamente a favor de Feijóo. Lógicamente, luego abandonarán la política con el bolsillo lleno y ciertos puestos de trabajo de por vida como pago a su fechoría de partido. También cabe la oportunidad de que salga en segunda votación por mayoría simple, por algún error entre los botones en los escaños de no se sabe quién ni por qué, como ya ha sucedido en otras ocasiones.

Puede ser que no salga de ninguna de las maneras. ni cobarde ni valiente. Si se acobarda y da la oportunidad a Sánchez, sabe que su puesto de trabajo corre peligro y más pronto que tarde terminará exiliado en algún país exótico, viviendo de la fortuna atesorada y escuchando cómo crece la hierba. Si es valiente, que es lo que conlleva un cargo como el suyo, Jefe del Estado y de todos los ejércitos, se enfrentará a un Pedro Sánchez embravuconado por los malotes de turno, es decir por los comunistas, independentistas y filoterroristas. Sánchez, metido a matón, puede amenazar -si no lo ha hecho ya- a Felipe VI con echarle encima a los perros: estarán encantados de reclamar la ansiada III República, y tratar de acogotarle con la opinión pública callejera, los tertulianos y los periodistas a sueldo, que para eso se han gastado un montón de millones de nuestros impuestos para cosas de este pelaje, entre otras.

Tengo la certeza de que Estados Unidos, a través de Europa, impondrán su proyecto de imperio socialdemocratizante y globalista, con el que no permitirá que uno de sus estados provincia, que supone la cuarta potencia europea, se vaya al traste por la ambición enferma y corrupta de ciertos dirigentes políticos

Supongamos que el Rey se vuelve loco y da la alternativa a Sánchez para que trate de formar gobierno. Todos sabemos con qué armas y con qué promesas. Las armas son los partidos que le tienen cogido por sálvese la parte y que por activa y por pasiva han dicho cuánto y cómo odian a España, aunque vivan como nadie gracias a la nación de la que pretenden huir, y de los impuestos de todos los españoles. Las promesas son aquellas con las que querrá burlar la legalidad de la Constitución, a la que pisotea con ganas porque sus opciones son “yo” o “España” y, por supuesto, se entrega en cuerpo y alma a su “yo”, naturalmente, gracias a siete millones de tontos útiles que están dispuestos a todo, como él, con tal de que no gobiernen los ultras… ¡Ya ve usted que ultra, Nuñez Feijóo…! Así gobernaría el frente popular del siglo XXI que, como el de los años 30 del siglo XX, terminará con la confrontación más asesina y fraterna que ha conocido en España, porque entonces como hoy, los españoles no le importan al PSOE, porque están al poder por el abordaje, y ya saben, en su guerra vale todo.

Sin embargo, tengo la certeza de que Estados Unidos, a través de Europa, impondrán su proyecto de imperio socialdemocratizante y globalista, con el que no permitirá que uno de sus estados provincia, que supone la cuarta potencia europea, se vaya al traste por la ambición enferma y corrupta de ciertos dirigentes políticos. La fontanería Europea estará atando bien los resultados de España. Estoy convencido de que la salida más airosa para todos será la repetición de elecciones. Feijóo no saldrá adelante y a Sánchez no se lo permitirán. Solo un nuevo paso por las urnas esclarecerá la situación atascada por la soberbia de unos y el juego sucio de otros. Esto estaría resuelto hace semanas si la ley electoral española tuviese dobles vueltas para no depender de partidos pirañas como los nacionalistas, porque, ¿dónde se ha visto que el 88% de un país dependa de partidos minoritarios, sin representación nacional, y que la decisión final esté en manos de un prófugo de la justicia? Solo políticos corruptos sin escrúpulos para corromper al pueblo, las leyes y la razón, son capaces de tocar fondo y llevarse por delante  a todo un país.

España en su laberinto (Almuzara) Fernando Eguidazu Palacios y J. Manuel García Margallo. Un análisis de los errores que han hecho que el legado de la Transición haya sido dilapidado hasta conducir a España al laberinto actual... y un catálogo de soluciones posibles. Escrito por un europeísta (Margallo) dispuesto a regalar soberanía y que sin embargo se desgarra por ver qué ha sido de un país como España.

Leonor, aprendiz de reina (Sekotia) Ignacio Monar. ¿Qué España están dejando a la heredera de la corona? Recién cumplidos los 18 años, llega a un punto importante de su vida: su mayoría de edad. El autor, inspirado en Juan de Mariana trata de dar consejos como este lo hiciera a sus reyes con el famoso libro “Espejo de príncipes” que entonces era un breve decálogo de lecciones o advertencias para gobernar un país como España. Siguiendo la misma senda, Monar trata de aleccionar y animar a Leonor, princesa de España.

Historia criminal del Partido Socialista (Actas) Javier García Isac. Tomando como hilo conductor la historia del Partido Socialista desde su fundación hasta nuestros días, recorre los episodios más oscuros de la organización. Desde 1910, cuando el PSOE obtuvo representación parlamentaria y su fundador afirmó contra Antonio Maura, líder del Partido Conservador y antiguo presidente del Consejo de Ministros: «Hemos llegado al extremo de considerar que, antes que S.S. suba al Poder, debemos llegar hasta el atentado personal». Dos semanas después, Antonio Maura sufría un atentado. Toda una declaración de intenciones que perdura hasta nuestros días.