Un estudio publicado en la revista Journal of Psychosomatic Obstetrics & Gynecology, que recoge LifeNews, concluyó que el 35% de mujeres que habían abortado había intentado suicidarse.

Este porcentaje se eleva nada menos que al 46% en aquellas mujeres que abortaron tras haber sido presionadas y coaccionadas para ello. 

Además, un 30% de mujeres que habían sufrido un aborto espontáneo también habrían intentado poner fin a su vida.

Por el contrario, entre las mujeres que dieron a luz con normalidad y no tuvieron problemas durante la gestación, el porcentaje fue del 13%.

El estudio concluye, literalmente: «Las mujeres que abortaron, especialmente aquellas que fueron coaccionadas o no deseaban el aborto, tenían una probabilidad significativamente mayor de afirmar que el desenlace de su embarazo contribuyó directamente a pensamientos y comportamientos suicidas en comparación con las mujeres de todos los demás grupos».

Para realizar este estudio, se encuestó a 2.829 mujeres estadounidenses de entre 41 y 45 años.

En una entrevista con The Christian Post, la doctora Ingrid Skop señaló: «Debemos creer a estas mujeres cuando nos dicen directamente que el aborto les causó daño».

Por su parte, en declaraciones a The Washington Stand, Mary Szoch, directora del Centro para la Dignidad Humana del Family Research Council, apuntó: «Esto resalta cuán terrible es el aborto para las mujeres. El impacto de interrumpir la vida de un niño no nacido en la salud física y mental de la mujer no puede subestimarse. Lamentablemente, las mujeres que experimentaron un aborto espontáneo también presentaron una tasa alarmantemente alta de intentos de suicidio».

Según la Asociación de Víctimas del Aborto, "el aborto tiene graves consecuencias psíquicas y físicas, científicamente demostradas de las cuales no se informa antes de la intervención". 

La exenfermera abortista María del Himalaya explica aquí lo que es un aborto y algunos de los métodos con los que se realiza este asesinato del ser humano más indefenso de todos: