• La reforma que prepara el Gobierno les obligará a aumentar sus recursos propios, a mejorar su gobierno corporativo y a aportar más dinero al nuevo fondo de reserva.
  • En otras palabras: les obligará a que sean más grandes.
  • Y si alguna se resiste, el Banco de España podrá obligarla directamente a que se fusione o a que se convierta en banco.
  • Ya lo dijo el gobernador Linde: quiero cajas rurales "fuertes, sanas y potentes".

No se engañen: el futuro de las cajas rurales en España pasa sí o sí por su fusión. No tendrán más remedio. La reforma del sector que prepara el Gobierno va en esa dirección. Eso sí, como existen reticencias importantes -aunque pocas-, el proceso estará lleno de sutilezas. En otras palabras, no les obligará directamente, pero sí les exigirá ciertas medidas que desembocarán en grandes fusiones.

Para empezar, Economía les obligará a aumentar sus recursos propios, es decir, a aumentar su tamaño. Dos opciones: acudir al mercado para captar capital o fusionarse con otra entidad. Pero para acudir al mercado hay que ser grande, por lo que la única salida es la fusión. La primera en la frente. Eso sí, desde el ministerio que dirige Luis de Guindos (en la imagen) se insiste en que las entidades, aunque se hayan fusionado, podrán mantener, si lo desean, sus marcas comerciales. ¡Qué detalle!

Los cambios que tendrán que afrontar estas entidades una vez aprobada la norma -finales de agosto o principios de septiembre- incluyen otros aspectos: la mejora del gobierno corporativo y la creación de un fondo de reserva para cubrir posibles contingencias futuras. En cuanto a lo primero, la idea así planteada es buena, pero mucho nos tememos que lo que entiende Economía por mejorar el gobierno corporativo de las rurales es asemejarlo al de los bancos, es decir, al de las sociedades anónimas.

Todo esto confirma lo que Hispanidad lleva anunciando desde hace meses: a las autoridades en general y al Banco de España en particular les molesta lo pequeño. Y las rurales, la mayoría, lo son. Por eso, si alguna se resiste, el Banco de España podrá obligarla directamente a que se fusione o a que se convierta en banco.

Ya lo dijo el gobernador Luis María Linde hace apenas un mes: no quiero acabar con las rurales, sólo pretendo que sean más "fuertes, sanas y potentes". No se las quiere cargar, sólo quiere cambiarlas. Qué alivio.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com