Al final, la persistencia del precio del crudo ha podido hasta con las más optimistas. A la hora del almuerzo europeo, todas las bolsas del continente caían, una vez que el precio del crudo volvía a superar los 60 dólares barril, una verdadera marca histórica. Las bolsas asiáticas se habían despedido a la baja y las del viejo continente les seguían.

Ni el esfuerzo conjunto de Arabia Saudí y Kuwait por aumentar la producción logra alejar los temores. Los agentes económicos ya no piensas en un crudo barato, de eso ya han desesperado. A partir de ahí, sólo cabe un replanteamiento de la producción energética global, con muchas zonas del mundo empeñadas en relanzar la energía nuclear. Pero eso ya es otra historia.