Sr. Director: 

Es paradójico que el Govern de la Generalitat de Catalunya, se fije en el modelo sueco para fijar el precio de las multas de tráfico, variable en función de la renta del infractor, y en cambio se haga el "sueco" en el tema de la segregación de sexos en la enseñanza, donde el mismo Ministerio de Ciencia y Educación de Suecia (Utbildninpepartementet), recomienda públicamente dicha práctica, pues, además del mejor rendimiento escolar, asumen la Declaración Universal de los Derechos Humanos en la que se especifica como NO discriminatorio éste hecho, cuando hay igualdad de oportunidades entre sexos. 

Por tanto, no tienen razón quienes a partir de un falso progresismo, quieren imponer un modelo que sesga derechos básicos, como la libre elección de los padres en temas de enseñanza y educación, amenazando a los centros concertados (semi-subvencionados) con la no continuidad del concierto, por el mero hecho de ofrecer una enseñanza diferenciada. Este totalitarismo sólo se entendería como un ataque directo a determinados centros educativos, que tienen un ideario distinto al de los que gobiernan, con lo que se incurriría en una manifiesta prevaricación político-ideológica, que nada tiene que ver con las libertades.

Juan María Macías

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