Antonio Mata fue su socio en Aerolíneas Argentinas y está imputado en un juzgado madrileño por el mismo caso y los mismos delitos que los hombres G: desvío de fondos públicos, estafa procesal y delito fiscal. El presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, pone cara a la corriente opositora. Ferrán saca pecho tras el apoyo del Emilio Botín

Antonio Mata fue el socio de Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual en Aerolíneas Argentinas. Junto a ellos está imputado en el juzgado 35 de Madrid por el caso Aerolíneas Argentinas (ARSA). Mismo caso y mismos delitos: desvío de fondos públicos, fraude fiscal y estafa procesal.

Finiquitada la operación ARSA, done Marsans contó con el apoyo del Gobierno Zapatero (entonces el presidente de la patronal CEOE era conocido como Díaz Ferraz). Mata voló solo. Compró diario (Crítica) en Argentina, lo que no le valió para acreditar su imagen, y creó Quantum Air. Pues bien, hoy Quantum Air ha suspendido sus operaciones y sigue el mismo camino de Air Comet (o antes Air Madrid, otro éxito de reflotamiento de Ferrán y Pascual).

La situación se vuelve cada vez más insostenible para Díaz Ferrán, aunque el presidente de la patronal ha sacado pecho tras obtener el pago refinanciador de Emilio Botín. Alguien debe haberle dicho al banquero cántabro que Marsans no debe quebrar y todo apunta a la misma solución que con Reyal Urbis: se cesa al propietario, en ese caso Rafael Santamaría, pero se le evita el trise paso por la ignominia del concurso de acreedores, tribunales, etc.

En CEOE, es el hombre de CEPYME, Jesús Bárcenas, quien capitanea la oposición a Ferrán, pero eso no es suficiente. La piedra de toque puede resultar la activación del Caso Aerolíneas, que ahora precipita el desastre del socio olvidado: Antonio Mata.

Eulogio López

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