Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (25/11/2019)

En Onda Cero, Fernando Ónega afirmaba: “Esas consultas sirven, sobre todo, para quedar bien. Para demostrar lo democráticos que son los partidos, que consultan a las bases, a sabiendas de que las bases darán un sí como una catedral. Ese sí se garantiza por la forma de plantear la pregunta, porque a ver qué socialista responde "no" cuando le preguntan si quiere un gobierno progresista.

A ver qué militante de Podemos rechaza que su partido entre en el gobierno con los escaños que tiene. Y a ver qué militante de Esquerra le niega a su partido el derecho a presionar con una mesa de negociación. Es todo tan genérico, todo sin entrar en detalles, todo sin ofrecer un programa, que, una vez obtenido el sí y fortalecido el líder con esa respuesta, puede hacer literalmente lo que quiera.

Si no se hicieran esos referendos, lo único que ocurriría es que el PSOE, por ejemplo, incumpliría su reglamento. Pero nada más, porque la cacareada democracia interna se limita a dar un sí. Todo lo demás se acuerda en reuniones secretas, que entre el PSOE y Unidas Podemos anda en el reparto de sillones, con discrepancias menores en el programa de gobierno. Pero el militante ni se entera, salvo por algunas filtraciones de los medios.

Y en el caso de Esquerra, la gran cuestión no está en lo que digan los afiliados, sino en lo que predica Pere Aragonés, y últimamente en que Sánchez acepte o no lo que no está en la consulta. Es decir, la negociación entre gobiernos, de igual a igual. Ese es el meollo de la cuestión".

En Onda Cero, Carlos Alsina decía: “Ningún dirigente en activo del PSOE se aparta ya del discurso oficial. Impactó en muchos socialistas que le conocen esto de Abel Caballero el viernes en este programa: Pedro, estadista. Y amén al gobierno de coalición con Podemos aunque para sacarlo adelante haga falta pagar el precio que reclama Esquerra.

Los barones díscolos que tan inquietos se mostraron, en otro tiempo, por tener que depender del voto indepe cierran filas con el argumentario de Moncloa sea éste el que sea: usted dígame lo que toca y yo lo defiendo como si me fuera en ello la vida. De entrada se le ha otorgado ya a Esquerra Republicana la condición de interlocutor preferente, con reunión anunciada para mañana de la número dos del PSOE, Lastra, con la número tres de Esquerra, que no es Rufián sino Marta Vilalta. La número tres porque el número uno está en prisión y la número dos está en Suiza. Éste es el partido al que el PSOE intenta agradar para que se sume a la operación investidura: un partido cuyo presidente cumple condena por sedición y cuya secretaria general está huida de la Justicia.

Y cuya cara más visible, que es el vicepresidente del gobierno catalán Pere Aragonés, expuso ayer para qué quieren la mesa de negociación que hoy reclamará, en otra consulta de diseño, la militancia”.

En Onda Cero, Rubén Amón lanzaba sus preguntas: “¿No os parece un gran fracaso la consulta de Sánchez a los militantes del PSOE? Solo le ha apoyado el 92%, muy lejos de los porcentajes norcoreanos, aunque en la mejor tradición de las mayorías búlgaras.

¿Y cómo iban a decir que no a un gobierno progresista? Otra cuestión hubiera sido un gobierno arcaico, medieval, pero ¿progresista?

¿Me reconocéis que estamos en la época del cesarismo asambleario? Primero se decide, después se vota. Lo ha hecho Sánchez. Y lo hará Iglesias.

Y ¿cómo va a negarle la militancia a Iglesias la Moncloa después de haberle permitido Galapagar?

Hoy votan los militantes de Esquerra otra pregunta inducida. ¿Os dais cuenta de que 6.000 votantes de ERC pueden decidir si habrá Gobierno o no y en qué condiciones?

¿Qué les ha pasado a los barones socialistas? Antes repudiaban a Iglesias y a ERC, ejercían un contrapoder a Ferraz, pero ahora se han convertido en aposentadores de Sánchez.

¿Estamos en los tiempos en que una buena mentira es mejor que una mala verdad?”.

En la SER, José Luis Sastre señalaba: "Han puesto las luces de Navidad y ya lo que nos faltaba era una carrera nacionalista por ver quién tiene los leds más grandes. Es como si en este país siempre cupiera un pique identitario más —ahora, por las bombillas- que quisieran resolver, como resuelven los demás, a base de testosterona. Al alcalde de Madrid le ofende que le comparen con el alcalde de Vigo, porque no se pueden comparar los brillos. Los brillos de los adornos, dice Martínez Almeida.

A ver si el problema político iba a ser un problema de luces. En eso está Almeida, en fin, que quiso acabar con Madrid Central y ahora se prepara para acoger la cumbre del clima. La vida son esas vueltas: a Casado le persigue todo lo que le dijo a Sánchez para que se abstuviera con Rajoy y Sánchez -que se negó a incluir a Iglesias en su Gobierno- acaba de recibir el respaldo de las bases para gobernar con Iglesias.

Del fin de semana se lleva Sánchez la nueva victoria que le ofrece su militancia. Les podría haber preguntado muchas cosas. Preguntar, por ejemplo: ¿no cree que esto lo hubiéramos podido acordar mucho antes? Ahí también habría ganado el sí de calle pero, por lo que fuera, Sánchez dejó la pregunta en lo del Gobierno de progreso, para el que buscará la abstención de Esquerra.

Faltan por saber los resultados de las otras dos consultas, porque después de haber votado dos veces en un año y cuatro en cuatro años se ve que el problema está en que se votaba poco. Son consultas particulares, porque las direcciones intuyen ya de antemano por dónde irá la respuesta. Y si lo que quiere la militancia es, como parece, lo mismo que quiere la dirección, uno se pregunta si preguntan sólo para asegurar o para, de paso, prevenir a algún crítico agazapado, que siempre los hay, de que no tiene mucha vuelta si quieren que haya gobierno antes de que quiten las luces”.

En la COPE, David Gistau opinaba: en el PSOE “quieren repetir con el PP la operación que hicieron con Cs: meterle la presión y el desgaste de no haber apoyado cuando nunca tuvo Sánchez la intención de que lo hicieran. Nadie ha pedido el apoyo, nadie cuenta con él (con el PP), hay un proyecto en marcha, excluyo completamente al PP pero ya si conseguimos hacerle quedar como un partido que no ha sido capaz por patriotismo de apoyarme, mejor, porque ese desgaste interno le puede hacer daño como se lo hizo a Cs. Y Feijóo está contribuyendo a ello, porque se ha erigido en portavoz de la presidencia del partido, aprovechando también que Casado ha decidido no ejercerlo, no está, y está alimentando esa línea que va a terminar provocando frustración en el PP y va a terminar dejándolo como un partido que no ayudó cuando era su obligación hacerlo. Sin embargo,  nadie se lo ha pedido. Desde antes de las elecciones está decidido este Gobierno distópico de la izquierda independentista y ya está”.

Pilar García de la Granja afirmaba: “Creo que las negociaciones están avanzando a enorme velocidad porque Sánchez ha decidido que es posible lo imposible, lo imposible para nosotros, que es una negociación entre iguales, esa amnistía y ese referéndum con los extremistas y los independentistas catalanes. A mí ya lo que menos me preocupa aquí es Podemos. Y lo que nadie ve es que esto es muy probable que salga fatal para España, pero que acabará con el PSOE”.

En la COPE, Sonsoles Ónega explicaba: “Poco me parece el 92% teniendo en cuenta que las bases del PSOE ya gritaban en Ferraz ‘con Podemos, sí’. Esta consulta no significa absolutamente nada. Son resultados insuficientes para concluir lo que piensa todo un partido pero es la hoja de ruta que ahora se ha puesto de moda en los partidos y que van a seguir todos escrupulosamente, hoy ERC, Podemos hasta el miércoles, y a partir de ahí ya veremos. Pero las consultas no son solución de nada y el problema va a seguir ahí. Y por mucho que veamos, el espacio lo están ocupando los independentistas realizando propuestas y exigencias y lo que hay que ver es si el precio que pide ERC, lo puede pagar Pedro Sánchez. Y no hay más. Y a partir de ahí ya varemos. Quizá nos estamos perdiendo algo, quizá hay un plan B que desconocemos”. “A mí todo me parece demasiado complicado y con ERC dispuesta a no ceder ni un centímetro”.

Ignacio Camacho destacaba que lo de las consultas a las bases “es una moda populista en la política”. “Y estos plebiscitos que ha instalado el populismo en la política suponen la liquidación del debate mediante la anulación de las estructuras intermedias de contrapeso, las estructuras de jerarquía, que eran el comité federal, los propios barones territoriales, es decir, diferentes contrapesos jerárquicos que generaban un cierto debate interno. Pero más allá de esto: es eso de dejar la gobernación de España en manos del puñado de militantes. ¿Estamos todos los votantes entregados al sectarismo de los partidos, al sectarismo más radical? Porque es en estado puro en este caso”. “Todo es bastante lamentable”. “Podemos le aprobó el chalet de Galapagar, que fue un chantaje que hizo Pablo Iglesias a sus propios militantes: o me aprobáis el chalet o me voy”. “En cambio, vamos a ver qué pasa en ERC”.