El Rey Felipe VI abrió ayer la XIV Legislatura en un acto en el que reivindicó los principios de "concordia, reconciliación, entendimiento, respeto y libertad" de la Transición para superar las "divisiones, enfrentamientos e imposiciones". "España no puede ser de unos contra otros, España debe ser de todos y para todos", destacó.
Luis Planas (RNE): “El problema (de los agricultores) no es sólo de márgenes comerciales, el problema es de reconocimiento social”
En RNE, el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha calificado de "preocupante" la situación del campo en España. "El problema no es sólo de márgenes comerciales, el problema es de reconocimiento social”, ha añadido.
Preguntado por si es posible más justicia en los precios para los agricultores, Planas ha respondido: “Es uno de los temas fundamentales. La solución no es fácil: hay muchas partes implicadas”. Y ha propuesto la modificación de la Ley de Cadena Alimentaria.
Afirma que no propondrá cambios respecto a la subida del SMI porque "no es ni mucho menos un tema central", ya que las protestas están relacionadas con los precios y los márgenes.
Fernando Ónega (Onda Cero): “Ese Alberto Garzón que pasaba del Ciudadano Borbón al batir de las palmas. Ese Podemos que se dividía entre ministros que aplauden y diputados que callan, pero se levantan”
En Onda Cero, Fernando Ónega apuntaba: “Lo más relevante de un acto como el de ayer es siempre cómo termina. Y debo decir que terminó bien. Incluso muy bien. Al principio, viendo las caras del Rey y de la Reina, tuve la impresión de que no tenían buenas vibraciones.
Cambió el panorama con un recibimiento tan afectuoso, que Su Majestad incluye la jornada en los días que nunca olvidará. Meritxell Batet hizo un discurso de cariño al monarca y reconocimiento de la Monarquía. El Rey hizo una frase preventiva ante lo que viene y pidió que España no sea de unos contra otros, mandato que triunfa en la opinión publicada.
Y al final, lo que todos esperábamos con mayor curiosidad: los aplausos. Aplaudir un discurso es algo de manual de cortesía, pero el aplauso de ayer tenía algo de confesión y desagravio después de los exabruptos de los soberanistas. Y creo que la trascendencia de un acto se mide por las fotos que deja.
Y las fotos que dejó la sesión han sido las de los aplausos. Ese Pablo Iglesias que los mantuvo durante los tres minutos, aunque no quería hacerse daño en las manos. Ese Alberto Garzón que pasaba del Ciudadano Borbón al batir de las palmas. Ese Podemos que se dividía entre ministros que aplauden y diputados que callan, pero se levantan. Ese Echenique que habla bien del mensaje real… Disciplina de gobierno, libertad de aplauso. Es un paso.
Me pareció que la política ayer tuvo una pausa de sosiego. Que sea ante la figura del Rey es un buen síntoma. Y ahora, el deseo: que tenga continuidad”.
Carlos Alsina (Onda Cero): “Ábalos perdió la ocasión de llevarse a los periodistas a la sala VIP de Barajas y reconstruir su saludo con Delcy”
En Onda Cero, Carlos Alsina subrayaba: “Algo es algo: Ábalos en Barajas. Con los periodistas delante. No para hablar de Delcy sino de aterrizajes de emergencia. No para despejar las dudas que aún genera su episodio nocturno de hace tres semanas sino para hablar del dron infiltrado.
Qué ocasión perdió ayer el ministro de llevarse a los periodistas a la zona vip de la terminal 1 y reconstruir su larguísimo saludo a la vicepresidenta madurista y sus gestiones para que la policía no la detuviera.
El ministro no estaba ayer en Barajas para comentar su peripecia aeroportuaria sino para supervisar, y celebrar, el buen funcionamiento de los servicios de emergencia movilizados por el aterrizaje, con una rueda menos y un motor dañado, del avión que iba para Toronto y se tuvo que dar la vuelta.
(...)
Por lo otro, lo de Delcy y el saludo interminable, será preguntando el ministro (le guste o no le guste) en el Congreso de los Diputados, donde ya está en marcha la legislatura con todos sus procedimientos ordinarios. Y eso incluye, por supuesto, el control del gobierno, que es una de las funciones principales de la cámara. El curioso incidente del ministro a medianoche le permite a la oposición solicitar una comparecencia del ministro que el gobierno haría bien en aceptar con deportividad”.
Rubén Amón (Onda Cero): “49 son los diputados que no reconocen ni al rey ni la monarquía constitucional. La cuestión es, ¿por qué el PSOE negocia con ellos la investidura y los Presupuestos?”
En Onda Cero, Rubén Amón lanzaba sus preguntas: “¿Por qué debe cambiarse lo que funciona? No lo dijo textualmente el Rey ayer en la apertura de la legislatura, pero creo que es un buen resumen de su discurso, sin olvidar el mensaje de prevención al cainismo y la polarización.
¿Por qué no hacéis un esfuerzo para poneros en la piel de un diputado de ERC o de Bildu o de las CUP? El ejército fuera del Congreso, el rey dentro, las niñas.... y hasta el himno nacional? Si llegan a entrar, se desmayan.
49 son los diputados que no reconocen ni al rey ni la monarquía constitucional. La cuestión es, ¿por qué el PSOE negocia con ellos la investidura y los Presupuestos?
Dicen estos diputados que el rey no les representa. ¿Pero no os parece que yéndose del hemiciclo son ellos quienes dejan de representar a los electores que los votaron y que les dieron sus actas de señorías?
¿No os pareció entrañable que el ministro Garzón aplaudiera al ciudadano Borbón en la apertura de la legislatura? Qué confortable es el sillón azul.
¿Agradecéis en este clima de crispación el sentido del humor de Echenique? A quienes le reprochan que no aplaudió el discurso del monarca, les recuerda que tampoco se puso de pie cuando sonó el himno.
¿Habéis llegado a pensar que el suceso del avión de Canada Air ha sido una maniobra de Ábalos para entrevistarse en Barajas con Delcy Rodríguez? El revuelo de las sirenas, las distracciones mediáticas pudieron permitir al ministro reunirse en la clandestinidad con la vicepresidenta de Venezuela”.
Jorge Bustos (COPE): “Cuando están fuera los 50 diputados jabalíes”, “de repente el aire dentro del hemiciclo se purifica, parece que uno está dentro de una democracia que se respeta a sí misma”
En la COPE, Jorge Bustos destacaba: “Fue una tregua institucional, una tregua poética, porque es verdad que con esos 50 diputados separatistas fuera -porque estaban los de Podemos, pero los de Podemos una vez que han completado ese viaje que va de la quechua en la puerta de Sol y del escarcha antisistema a la institucionalidad, más o menos aceptada, pero ahí estaban aplaudiendo, nunca el comunismo tributó un hornea así al Rey desde Carrillo-“; “esta propiedad domesticadora del sistema la conocemos bien, te metes dentro, ya te comportas como un socialdemócrata nórdico más o menos, luego estaban otros diputados de Podemos que no aplaudían pero ahí estaban de pie, durante minutos. Y la ventaja es que cuando el hemiciclo no estaña dentro Rufián, PNV, Bildu, CUP, JxCat, es decir, cuando están fuera los 50 diputados jabalíes”, “de repente el aire dentro del hemiciclo se purifica, parece que uno está dentro de una democracia que se respeta a sí misma, que refleja y representa bien a los ciudadanos españoles. No estoy diciendo que no vuelvan a entrar”, “pero es evidente que mejora muchísimo y cambia lo que pasa allí, es una nación representándose a sí misma con respeto, honrando las formas, que es una de las claves de la democracia”.
Vázquez Taín (COPE): “Lo que dijeron los separatistas que no quisieron entrar es que los derechos de los catalanes, vascos y gallegos no son iguales que los de los demás españoles. Es ridículo”
El juez Vázquez Taín señalaba: “La dignidad no se reclama, se ejerce. Ayer vimos a una institución ejerciendo la dignidad, representando la dignidad, y otras instituciones reclamando la dignidad y ejerciendo el ridículo”. “Que nadie se arrogue la mayoría de la voluntad de Galicia con un 7% de representatividad, es ridículo. Y luego volvieron a escenificar que esto no es un problema de la unidad de España, es un problema de igualdad de los españoles porque lo que dijeron los separatistas que no quisieron entrar es que los derechos de los catalanes, vascos y gallegos no son iguales que los de los demás españoles. Es ridículo”.