El Gobierno y el PSOE cerraron filas ayer y salieron en defensa de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, a la que ven como víctima de un ataque dirigido a todo el Ejecutivo de Pedro Sánchez. La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, manifestó que Delgado se va a mantener "perfectamente" en el cargo. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, dijo que el Gobierno "tiene confianza plena" en la ministra de Justicia, y tildó de "manipulación" las grabaciones difundidas de una comida que compartió con el excomisario José Villarejo en 2009. Para el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, se trata de una "cacería" contra el Ejecutivo. Por su parte, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, pidió a la ministra que se aleje de la "vida política". Mientras, el pleno del senado reprobó a la titular de Justicia.

El propio titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, restó importancia a los audios a de la comida en la que participó la fiscal hace nueve años junto al exjuez Baltasar Garzón y al excomisario Villarejo, en la que Delgado se refiere a su hoy compañero en el Consejo de Ministros como "maricón".