El líder del PP, Pablo Casado, acusó ayer al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de ser "partícipe y responsable del golpe de Estado que se está perpetrando en España" por haber tenido que pedir "prestado" su "alojamiento en Moncloa" a los independentistas y a Podemos. En su respuesta a la intervención del jefe del Ejecutivo, que compareció en el Congreso para informar del Consejo Europeo y explicar la venta de armas a Arabia Saudí, Casado criticó la "desfachatez" de Sánchez por mostrar su preocupación con la "segregación" del Reino Unido de la UE, cuando él, según añadió, es "aliado de los que quieren romper España".

Como consecuencia, el Gobierno ha dado por rotas las relaciones con el presidente del PP, al considerar que "ha perdido el respeto institucional", según precisaron anoche fuentes del Palacio de la Moncloa. Previamente, en el Congreso, tras tachar de "inaceptable" la acusación, Sánchez avisó a Casado de que si mantenía sus palabras no tendría "nada más de qué hablar".

Además, Sánchez envió ayer una señal sutil pero evidente, tanto a los partidos catalanes como a la Fiscalía y el Supremo, sugiriendo en el pleno del Congreso que el delito de rebelión no es aplicable a los hechos de octubre del 2017 en Catalunya. El presidente respondía al portavoz del PNV, Aitor Esteban, reprendiendo a la vez al del PP, Pablo Casado: “En 1994, el señor Trillo, entonces diputado, hizo una propuesta de modificación en la que decía que el delito de rebelión, que es inherente a un supuesto golpe de Estado, se tiene que dar por militares o por civiles armados a la orden de militares”.