El presidente del Gobierno señaló ayer desde Montreal que España tiene que "aprender de la experiencia de Quebec", en respuesta a una pregunta sobre el desafío soberanista catalán. "El carril de la justicia tiene su recorrido pero la responsabilidad de este Gobierno es responder con la política a una crisis política", señaló, tras evitar pronunciarse sobre las declaraciones de la vicepresidenta Carmen Calvo y la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, sobre los líderes independentistas en prisión. "El Gobierno se pronuncia sobre realidades, no sobre hipótesis", añadió. A su juicio, en la política española falta "empatía" cuando se habla de Cataluña, porque durante años ha habido "un lenguaje grueso, de confrontación y de división". En este contexto, insistió, la prioridad de su Gobierno es restablecer la convivencia, "tender puentes" y "que se pueda empezar a hablar y dialogar entre catalanes".