Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (15/03/2019)

En Onda Cero, Carlos Alsina explicaba: “El comisario Trapero, procesado él mismo por rebelión, descargó ayer toda la responsabilidad del referéndum ilícito del primero de octubre en el gobierno autonómico describiéndose a sí mismo, y a los mossos de esquadra que él dirigía, como el más leal de los cuerpos a la Constitución y a los tribunales”. “Escuchando al Trapero de ayer, cuesta creer que el independentismo llegara a coronarle como uno de sus héroes. No se vio mando policial más crítico con el proceso que promovían sus jefes políticos, más persuadido del conflicto social que se estaba generando y más dispuesto a meter al 'molt honorable president' en el calabozo. Le corresponde, claro, al tribunal juzgador valorar el crédito que le merece cada testigo —tanto Trapero como el coronel Pérez de los Cobos— para establecer si los mossos fueron sólo ineptos a la hora de hacer cumplir la suspensión del referéndum o fueron parte del aparato utilizado para intentar tumbar la Constitución”.

En Onda Cero, Rubén Amón se preguntaba: "¿Qué credibilidad le dais al testimonio de Trapero? Antes de responder, que tampoco hace falta, os recuerdo que era testigo en el Supremo, pero imputado por rebelión en la Audiencia Nacional. Difícilmente iba a hacer otra cosa que ensayar su papel de imputado y sostener que acaso la culpa fue del cha-cha-cha. Trapero dice que tenía un plan para detener a Puigdemont si se se lo hubieran ordenado los consellers. ¿Pero no es cierto curiosamente que cuatro Mossos d'Esquadra participaron en la fuga del expresident? ¿Y no era Trapero el mismo tipo que se fue de fiesta con Puigdemont y Pilar Rahola en la casa de esta última en Cadaqués un mes y medio antes del 1 de octubre? Vaya planazo. También dijo Trapero que el conseller de Interior, Forn, le ordenó que los mossos no malograran el referéndum. ¿No se debe acaso al Estado de derecho y al mandato de un juez que a las directrices de un superior? ¿Quiero eso decir que si Forn le hubiera ordenado atracar un banco, lo hubiera hecho? Pues más grave que atracar un banco es un delito de rebelión. ¿Sabéis qué decía Brecht a propósito de los bancos? Que era más honesto atracar uno que fundarlo".

En la SER, Xavier Vidal Folch explicaba: “La jornada de ayer en el Supremo sobre el “procés” secesionista catalán fue extraordinaria. La más singular, políticamente, de las 16 ya transcurridas. Y eso fue así porque el Major de los Mossos, Josep Lluís Trapero –también acusado de rebelión—rompió algunas presuntas verdades instaladas en el imaginario colectivo.

Una falsa verdad consistía en que los Mossos habían secundado el pulso rupturista de su Govern. No fue así. Antes de Trapero, el comisario Castellví ya explicó a los jueces que había reprochado el días 26 de septiembre de 2017 a Carles Puigdemont su deriva ilegal, muy peligrosa porque podía desembocar en una “escalada de violencia” el día del inminente referéndum, el 1-O. Enseguida su colega el comisario Quevedo añadió que ese reproche se repitió en una segunda reunión, el día 28, exigida por Trapero, y que habían asistido a ella los cinco comisarios que constituían la cúpula de la policía autonómica.

Ayer el Major completó el cuadro de la rebeldía de los Mossos contra su disparatado Govern. Añadió que ambas reuniones habían sido forzadas por él. Que él y sus colegas advirtieron al presidente, al vicepresidente y al consejero de Interior que debían desconvocar el referéndum, por ser ilegal y peligroso; que los Mossos cumplirían su deber como policía judicial, que defendían el ordenamiento y la Constitución y que “nadie se equivocase” sospechando lo contrario.

No lograron su objetivo, pero dos días antes de la declaración de independencia del 27 de octubre ultimaron un plan para detener al president faccioso y a todos sus consellers, y lo ofrecieron al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. No fue aprobado. Pero solo el conocimiento público de este episodio quizá module algunas crédulas visiones de la amplia familia indepe.

De hecho, el muy popular Trapero desnudó ayer al bastante popular presidente huido. Derrumbó su imagen. E hizo migas otra falsa verdad: la presunción de que es imposible ser muy catalanista, incluso secesionista, y defender al mismo tiempo al Estado de derecho contra los aventureros y los rupturistas. La pesadilla de pensar en un president detenido y encerrado por la policía catalana quitará mucho sueño a algunos. La cuestión es ¿a cuántos?”.

En la SER, José María Izquierdo comentaba: “Siempre ha pasado que los policías son de una manera, los políticos de otra y los banqueros y potentados en general de una tercera muy diferente, podíamos decir que distinta en tamaño sideral.

Josep Lluis Trapero es un policía con cara de policía, lo que le ayuda mucho a ejercer su papel en un tribunal. Le preguntan cosas, contesta, y quienes le escuchan saben, de por sí, sin más, que están oyendo al policía, lo que implica cuestiones muy complejas, pero que al final se resumen en una muy sencilla: a mí no me mareen mucho, que si me dicen que tengo que trincar a ése, voy y le trinco. ¿Que era el president de la Generalitat, Carles Puigdemont? Como si era el encargado del parking del Paseo de Gracia. Oír lo cual, tras mañanas enteras de políticos de medio o cuarto pelo, que nada saben, de nada se acuerdan y yo venía a cobrar pero a mí que me registren, es un descanso para la salud de los asistentes al juicio del Supremo. Hombre, se dice uno, alguien que sabía que tenía un trabajo. Un testimonio demoledor. Contra todos”.

En la SER, Pablo Simón comentaba: “Es verdad que la intervención del mayor Trapero va encaminada a su defensa, también por el proceso que tiene abierto en la Audiencia Nacional. Pero en el fondo, tanto la acusación que hizo de irresponsabilidad a Forn como el declarar que tenía este plan de detención contra el Govern está señalizando que los mossos en ningún momento desobedecieron. Es decir, ellos estaban siempre a disposición de los órganos jurisdiccionales y del cumplimiento de la Constitución a la espera de recibir las órdenes pertinentes las cuales en ningún momento se cursaron”. “Se podrá criticar la operatividad de los mossos el 1 de octubre pero eso ya no habla de un delito de rebelión o que la administración se haya levantado contra el Estado”. 

Cristina Monge opinaba: “Esto pone más a las claras que nunca que lo que se ha ido generando en torno a este tema ha tenido mucho de realidad paralela y bastante ficticia, tanto por una postura como por otra. Yo creo que hay una frase que es demoledora que equivaldría ya a decir claramente que el rey estaba desnudo que es cuando el mayor Trapero dice ‘no acompañamos su proyecto independentista’. Porque lo que se había juzgado tanto por parte independentista como por parte en aquellos momentos del Gobierno de Rajoy es con esa presunción de que los mossos estaban detrás de eso que se quería llamar rebelión. Eso lo deja claro”. “Que lo diga Trapero es altamente significativo”. “Alguien tan icónico y carismático, ayer cuando dijo que no acompañaban el proyecto independentista lo que está diciendo es que el rey estaba desnudo”.

Carlos Herrera comentaba en la COPE: "Trapero ayer intentó decir que no, que ellos... Y para eso no le importó poner a caldo a su jefe, Joaquim Forn, que estaba allí, llamarle irresponsable, y a los demás, a Puigdemont y compañía. Es decir, ayer intentó quitarse de en medio. Un sálvese quien pueda.

Lo que pasa que, oiga, los Mossos d'Esquadra, él al frente, fingieron que impedían el referéndum, pero realmente lo facilitaron. Hombre, ¿cómo no va a ser así, si es que las imágenes lo dicen todo? No ocuparon debidamente los colegios en su momento, y cuando fueron, se fueron a tomar café con los que estaban organizando aquellas ocupaciones de colegios para que llegaran las urnas ya con las papeletas dentro, etcétera, etcétera, etcétera.

Y luego, además, incluso dijo que estableció un plan para detener a Puigdemont y a los consejeros si así se lo ordenaban. Eso no lo sabremos nunca porque, efectivamente, Puigdemont huyó antes. Pero, en fin... Si no fueron capaces y no quisieron, además, retirar ninguna de las urnas de ningún colegio electoral, de ningún colegio de verdad transformado en colegio electoral, ¿nos vamos a creer ahora que encima iba a detener a Puigdemont si se lo pedían?".

En la COPE, Carmen Gurruchaga afirmaba: “Trapero hizo lo mismo que los comisarios que habían declarado antes, Castellón y Quevedo, que fue quitarse de en medio, tratar de echar la culpa a sus superiores, decir que ya les habían advertido. Es decir, nosotros no hemos hecho nada”.

Nicolás Redondo apuntaba: “Trapero ejerció el derecho a defenderse. Tiene un proceso en la Audiencia Nacional y esto fue un ensayo de su defensa allí, que es donde se juega de verdad los cuartos.

David Gistau añadía: “Eso que dice Nicolás es importante porque Trapero en ese sentido era un testigo diferente, tenía ciertos derechos que no tienen los demás por estar procesado. Y luego buscó su propia supervivencia y derrumbó un mito nacionalista porque en eso se convirtió Trapero durante el proceso”.