El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofreció ayer recibir a los 629 inmigrantes rescatados frente a las costas de Libia por el buque Aquarius, tras el rechazo del Gobierno italiano a permitir al barco el acceso a sus puertos, para "evitar una catástrofe humanitaria" y cumplir "con las obligaciones del Derecho Internacional". En un principio se ofreció el puerto de Valencia, pero tanto la ONG SOS Méditerranée como Médicos Sin Fronteras (MSF), tras agradecer el "gesto" del Gobierno español, alertaron de la inseguridad de un viaje tan largo -el barco se encuentra a 700 millas de Valencia, a entre tres y cinco días de travesía- debido a la sobrecarga del barco y la previsión de malas condiciones meteorológicas. A última hora, la Armada italiana ha llevado medicinas y comida al buque y se prepara para transferir a parte de los migrantes a una embarcación guardacostas y a otra militar que acompañarán al Aquarius hasta Valencia.