(Oído en radio, visto en TV) Salvador Illa (SER): "La sociedad catalana pedía, tras unos años muy intensos, una normalización institucional"

En la SER, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, ha dicho: "La sociedad catalana pedía, tras unos años muy intensos, una normalización institucional. […] La ciudadanía quiere reconocer la pluralidad de Cataluña, que lleguemos a acuerdos y que prioricemos el interés general a los intereses de cada formación política".

"En la política española hay un grado de polarización preocupante, y esto no lleva a nada bueno. Me parece que no es el clima adecuado. No podemos mantener este nivel de polarización en el tiempo, de ninguna manera".

"Mis relaciones son correctas con mis socios de gobierno son correctas. También son relaciones correctas y cordiales con el resto de grupos, excepto con aquellos que abanderan discursos de odio: Vox y Aliança Catalana".

"Tengo muy poca relación con Puigdemont. Lo respeto como persona y político, pero tenemos posiciones políticas muy alejadas". "Lo primero que he reclamado y vuelvo a hacer es la aplicación ágil y sin dilaciones de la ley de amnistía".

"A Mazón le hemos ofrecido, como hemos hecho todos, toda la ayuda que hemos podido facilitar. Luego tendrán que ser los ciudadanos de la Comunitat Valenciana los que saquen sus conclusiones y ante quienes den explicaciones".

En RNE, Javier Santacruz, economista, señalaba: "La calidad de las instituciones depende de la estabilidad y predicibilidad, y aquí lo que tenemos es que se han producido salidas de inversiones netas. Cuidemos la inversión".

"Hay una parte de la economía alemana está destruida [...] Alemania dista bastante de contar con una salud económica a medio-largo plazo suficientemente fuerte".

En la COPE, Carlos Herrera opinaba: "No ha dicho una sola verdad en todo ese en todo este largo párrafo. Ni una sola verdad. No es verdad que estemos por debajo de la media europea en esfuerzo fiscal y es curioso que lo venda como una obligación para tener fondos europeos. No es verdad.

Al final te confías a que los fondos europeos hay que pagar por ellos lo cual hace más sangrante todavía el uso partidista que se está haciendo con esos fondos. La opacidad que hay en torno a ellos bueno pues ayer esta fenómena tuvo que volver a posponer la votación en el Congreso. Porque los socios no le apoyan porque Junts y Esquerra dicen que ojo el impuesto a las energéticas ni hablar: uno por iberdrola y el otro porque repsol amenaza con dejar de invertir en Tarragona. Pero claro si contentas a estos, se enfada Sumar, que para que les cuento esto, se quedarían con el total del sueldo de cada uno y luego le darían a algunos como los comunistas.

Como ayer no lo tenían claro que fueran a salir las cuentas, Montero que iba a vestida con sus tenis, se lo quitó de medio. Vamos a seguir negociando... Ya veremos... Con lo cual la semana que viene veremos hasta dónde llega el nuevo rejonazo a nuestro bolsillo".

En la SER, Ignacio Peyró destacaba: "Qué historia la del PP en la Comunidad Valenciana, qué historia la de la Comunidad Valenciana con el PP. A principios de los noventa, Valencia fue para los populares menos una victoria que un milagro: habían vencido en una tierra de tradición de izquierdas y memoria republicana, y ganar la Generalitat le mostró a Aznar que podía ganarse la Moncloa. De Zaplana a Camps, con el estrambote de Alberto Fabra, la Comunidad iba a parecer un monocultivo popular por muchos años.

Fueron años que bien podríamos llamar los años de la exageración. Quizá, como diría Dickens, el mejor de los tiempos y el peor de los tiempos. Porque aquella Valencia, es cierto, renovó ambiciones y tuvo visibilidad en el mundo, pero también tuvo las corrupciones y pelotazos de una clase política que se había llenado de balón con el poder. Una cosa terminó por opacar a la otra. Y con la distancia del tiempo, cuesta pensar que figuras como 'El Bigotes' o Ricardo –'Ric'- Costa hayan existido de verdad en la vida y no sean cosas de un guion.

Tras un paso por el banquillo político -y, en ocasiones, el judicial-, el PP volvió al poder el año pasado. Pero si Rajoy blindó su liderazgo con el apoyo de Camps, Mazón no ha dado más que problemas a Feijóo. Primero, sellando aquel pacto con Vox en estricta desobediencia a Génova. Y ahora, agarrándose al Gobierno autonómico de tal manera que Feijóo pocas responsabilidades puede pedir al central. Ojo, por tanto, con Mazón, que ya no tiene nada que perder y puede simultanear ser presidente de la Generalitat en Valencia con ser talón de Aquiles en Génova".

En Onda Cero, Marta García Aller reflexionaba: "Esos matrimonios, comunes en las comunidades chiítas más pobres, ahora no son legales, lo que no significa que no sean comunes. Pero sin un certificado de matrimonio, los hospitales rechazan la admisión de niñas embarazadas. La reforma legalizaría estos matrimonios, pero Human Rights Watch denuncia que también permitiría denegar a las niñas y adolescentes el acceso a la educación.

Según UNICEF, hace diez años a una de cada cuatro niñas, ¡una de cada cuatro en todo el mundo!, la casaban siendo todavía niña. Ahora es una de cada cinco". "Ante el peligro del matrimonio infantil, no podemos ponernos de perfil".