José Luis Escrivá (SER): “El ingreso mínimo vital se va a dejar permanente”

En la SER, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha explicado: "Es importante tener claro hasta dónde podemos llegar y el colectivo, los hogares. Sabemos que llegaremos por encima de un millón de hogares, la mitad de ellos con niños y un 10% monoparentales”.

"Es urgente adelantar esta medida que estaba prevista para más adelante en la legislatura porque hay gente que va a ver deteriorada su situación y tenemos que ayudarles”. "Me he enterado esta mañana de que tenía una rueda de prensa, pero faltan flecos para la renta mínima vital".

"Con esta renta mínima hay que tener en cuenta que es un instrumento novedoso, pero a veces estos instrumentos no llegan a quienes más lo necesitan, por eso hay que hacerlo bien y con precisión".

"No tiene sentido que sea una medida puente. Como el trabajo preparatorio estaba ya lanzado, lo vamos a dejar permanente”.

"El dinero va a ser una prestación de la Seguridad Social. En todo lo que estamos haciendo, obviamente va a haber un aumento de deuda pública como en cualquier país del mundo”. "La financiación de este salto de deuda que exige este parón está asegurada”.

"Volveremos a niveles de déficit público como los que teníamos previstos antes de la crisis”.

"Cualquiera que diga que sabe lo que va a durar esto no transmite verdaderamente la certidumbre de la que dispone. Dos meses más o menos tienen unos efectos muy importantes en las cifras finales”. "Tenemos que ser cautos para hablar de desescalada. La dinámica de la pandemia que marca las decisiones en ámbitos sanitarios, las va a marcar también en otros ámbitos”.

"Lo que ha ocurrido es una destrucción de empleo temporal".

En RNE, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, ha dicho: “Apenas en esta crisis (Sánchez y Casado) han hablado un par de minutos. Y mientras, lo que ha hecho el PP ha sido aceptar y apoyar el estado de alarma". "Para nosotros lo urgente está clarísimo: llevamos días proponiendo un plan de choque sanitario y económico para evitar más víctimas, más enfermos, la destrucción de empleos...".

"Nos enteramos por los medios de comunicación de la reunión [...] El PP siempre se va a reunir con el Presidente pero se tienen que usar los cauces habituales, formales”.

En Onda Cero, Fernando Ónega señalaba: “Cuenta la leyenda que cuando Dominguín sedujo a Ava Gardner salió corriendo del hotel. ¿A dónde vas?, le preguntó la estrella. "A contarlo". Creo que a esta encuesta del CIS le pasó algo parecido.

Alguien descubrió uno de sus prodigios, que el 90 % dice que hay que apoyar al Gobierno en el pacto y dejar las críticas para después, y le dijo a Tezanos: "esto hay que contarlo". Y se adelantó la difusión, que se entere Pablo Casado antes de que diga no. Creo que esa es la misión fundamental de la encuesta.

Segunda misión, que se enteren Torra y compañía de que el 73 % quiere que sea el Gobierno, no las autonomías, quien dirija la lucha contra el virus. Es, por tanto, una encuesta que ignoro si ha sido dirigida para echar una mano a Sánchez, pero el resultado es ese, como casi siempre. Y lo más impugnable, que se pregunte si la información de la pandemia ha de remitirse a las fuentes oficiales, y ahí está el escándalo: suena a injusticia, porque equipara a la prensa profesional con las redes. Y suena, sobre todo, a buscar legitimidad popular para ejercer algún tipo de censura o de control. Si la sociedad respalda que solo haya información oficial, se habrá terminado con los bulos, es posible, pero también con el periodismo, la libertad de prensa y la libertad de investigación. Es decir, que estamos ante una encuesta discutible. Pero, como el señor Tezanos hablará aquí a las nueve, escuchémosle: seguro que tiene alguna ingeniosa explicación”.

En Onda Cero, Carlos Alsina subrayaba: “Opino que rezuma la encuesta aroma sanchista. Por los términos que elige y por los temas. No dice coronavirus, dice Covid-19, como Sánchez. No aparecen en ninguna pregunta los médicos, ni las mascarillas, ni los hospitales, ni los difuntos. No se pregunta en qué acertó y en qué se equivocó el gobierno. Ni si fue un error mantener los espectáculos deportivos y las manifestaciones cuando ya teníamos cientos de contagiados. Ni si fue un avance lo del mando único o entorpeció las cosas. Se pregunta por el coronavirus ocultando el coronavirus. Que si cómo cree usted que habría gestionado esta crisis Casado. ¿Perdón? Que si le parece bien que el gobierno atienda a los expertos o es mejor que tome decisiones. ¿Cuál es el dilema? Se pregunta por los asuntos que el gobierno quiere que ocupen el debate público: los pactos políticos, lo bien que nos hemos confinado. Y naturalmente, los bulos.

No alcanzo a ver qué tiene de esencial, ni de urgente, preguntar a los españoles por la censura previa. Ni siquiera entiendo la pregunta que se les. ‘¿Cree usted que debería remitirse toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales o que hay que mantener libertad total para las noticias?’ No entiendo qué significa remitir la información a fuentes oficiales. Ni por qué se plantea como si hubiera que elegir entre combatir los bulos y mantener la libertad de dar noticias.

Amigos del CIS, los bulos no son informaciones, son bulos. Las mentiras no son informaciones engañosas, son mentiras. Contra los bulos y las mentiras ya tiene herramientas el Estado. Se llaman código civil y penal. Utilícense para evitar que se estafe al público. Pero no se utilice la coartada de que hay bulos para instalar aquí la censura previa. No se erija nadie en guardián de la pulcritud para silenciar opiniones que molestan o controlar cómo y de qué se informa. Porque eso también es una estafa”.

En la COPE, Pilar García de la Granja opinaba, sobres intenciones censoras del Gobierno: “Yo estoy horrorizada, nunca me hubiera imaginado que en España se atreviera alguien a hacer esta pregunta después de 40 años de dictadura en el CIS. Los expertos en los bulos, en las mentiras, en linchar a la gente en la plaza pública, incluso en llamar a los medios para que fueran para ver en directo detenciones son ellos. Nunca la población se lanzó de esta forma. Tengo pena. Me parece que al final todos hemos contribuido a que esta gentuza se permita estas licencias”.

El juez Vázquez Taín comentaba, acerca de la investigación de la Fiscalía general sobre si hay un grupo organizado en una presunta campaña de bulos que denuncia el Gobierno en esta crisis: “Wasap y otras redes sociales nunca han colaborado con la justicia. Ni siquiera para investigar los delitos más graves”, “porque decían que no tenían acceso y no podían controlar los mensajes”. “Dicho esto: me gustaría saber qué piensa el señor Marlaska cuando ve que como ministro wasap le da lo que como juez no le daba. Sigue existiendo en la Constitución el derecho fundamental a la intimidad, el secreto de las comunicaciones y monitorizar las redes, que se anden con cuidado porque sigue siendo delito: no se puede acceder a los mensajes de las personas, a sus conversaciones, más que con autorización judicial”. “Es el momento de que la justicia demuestre que esto es un estado de derecho y no una república bananera, es muy importante que la justicia lo demuestre en este momento de crisis”. 

En la COPE, Salvador Sostres decía: “Estas cifras (del CIS), al final, de un modo más o menos aproximado, son las que se acaban dando. Si en estos momentos de toda esta mediocridad, de toda esta exhibición del Gobierno francamente mejorable, la derecha en general -pero en particular el PP- no se sale del gráfico, la derecha tiene un problema. Me parece muy bien criticar a Tezanos, porque lo merece, y al Gobierno porque es nuestro deber, pero la derecha tiene un problema. Las cifras están bajísimas”. “En las dos ultimas elecciones hemos visto que estas cifras bajas luego no suben espectacularmente el día del recuento de votos y yo creo que el PP -que es a quien más tenemos que exigirle por ser el partido líder de la oposición-  no está dando con la tecla”.

José María Fidalgo apuntaba: “Creo recordar que hay un porcentaje muy alto de ciudadanos encuestados que dicen que es necesario un acuerdo de carácter general para el post-coronavirus. Eso me parece importante. Y espero que el PP no vuelva a resbalar en esta historia”. 

En la COPE, José María Gay de Liébana destacaba: “Usted sabe que soy un pelma de cuidado hablando de la calidad de la inversión empresarial, de cómo son los activos de las empresas líderes, las que cortan el bacalao. Apple y Google aúnan esfuerzos para que en pocas semanas dispongamos de soluciones efectivas para contener la pandemia. A ellas me refiero de inmediato. Pero es preciso señalar que esta crisis económica que se está cociendo, a diferencia de 2008 que fue una crisis de deuda, es una crisis de liquidez. La abrupta paralización de la actividad económica, que de la noche a la mañana un gran número de empresas dejen de facturar y cobrar, impide cualquier indicio de viabilidad.

Una de las principales debilidades de esta crisis radica en la falta de liquidez que ahoga a autónomos y pymes, arrinconándoles contra las cuerdas. El paradigma de las grandes tecnológicas, a la sazón, constituye una lección de cómo se tiene que invertir. Al concluir el ejercicio 2019, entre Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon y Facebook tenían en caja, o sea, en dinero en metálico, 569.268 millones de dólares, equivalentes al 46% del PIB de España. Apple sumaba en su balance dinero contante y sonante por el 61% de su activo total; Alphabet, la madre de Google, el 48% y Microsoft, otro 48%. En territorio español, Mercadona, pese a su fuerte ritmo inversor, contaba con casi 2.000 millones en caja e Inditex con 6.800 millones. La búsqueda inmediata de la liquidez es la prioridad, labor en la que la banca está comprometida. Se frenan repartos de dividendos, se posponen inversiones, se refinancia deuda, se liquida stock con rebajas… La consigna es acopiar liquidez como salvoconducto para encajar los embates críticos. Eso y contar con un buen colchón de recursos propios que prevalezca sobre endeudamientos moderados”.