Desde el pasado 6 de febrero, los ojos del mundo también miran al sureste de Turquía y al norte de Siria tras los dos devastadores terremotos (de magnitud 7,8 y 7,5 en la escala de Richter) y sus más de 6.000 réplicas, que han supuesto la catástrofe más letal en la región en casi un siglo. A las decenas de miles de muertos y cientos de miles de heridos, se suma la destrucción de decenas de miles de edificios (viviendas, hospitales, colegios, supermercados, iglesias,…) y de un elevadísimo número de infraestructuras. Y a estas dramáticas consecuencias se añadieron: en un primer momento las arduas labores de rescate, llegando a obtener ‘milagros’ como el de encontrar a tres personas con vida 13 días después de los terremotos, y que se han concluido en casi toda Turquía, menos en algunos puntos; el riesgo de epidemias; la necesidad de ayuda humanitaria, comida, medicinas, agua potable, ropa de abrigo, kits de higiene, tiendas de campaña y otros materiales para refugios, etc.; así como los trabajos de desescombro y limpieza de las zonas devastadas.

Y por si los dos terremotos del 6 de febrero no fueran suficiente, el pasado 20 de febrero la tierra volvió a temblar en esas mismas zonas otras dos ocasiones con una magnitud 6,4 y 5,8. El trágico balance de los primeros ha dejado más de 49.300 muertos hasta ahora en Siria y Turquía, y más de 105.000 heridos; y provocó grandes fracturas en la superficie terrestre que se desplazó hasta seis metros en algunas zonas, según un análisis del Centro Aeroespacial Alemán del que ha informado National Geographic; y los dos seísmos más recientes y sus numerosas réplicas han causado al menos seis muertos y más de 760 heridos. Las autoridades turcas contabilizó un registro provisional de más de 41.100 muertos hasta hace unos días y su ministro del Interior, Suleyman Soyle, elevó la cifra a más de 43.500 muertos días más tarde.

La empresa alemana de análisis de riesgos Risklayer ha advertido que el número final de muertos podría ser de entre 75.000 y 90.000 personas, mientras algunos expertos turcos, como el geofísico Ahmet Ovgun Ercan, ha llegado a estimar que habrá 155.000. Claro que también hay decenas de miles de cadáveres bajo los escombros y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido del riesgo de epidemias y de que puede haber una crisis sanitaria.

El Parlamento turco ha aprobado el estado de emergencia en las 10 provincias más afectadas por los dos seísmos, que estará en vigor durante los próximos tres meses. La Fiscalía ha establecido una unidad especial para investigar posibles negligencias en la construcción y ya ha empezado a dar algunos frutos: el vicepresidente turco, Fuat Oktay, ha señalado que se han dictado 245 órdenes de detención. Asimismo, la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD, por sus siglas en inglés) ha levantado 300.000 tiendas de campaña en la región para acoger a supervivientes y planifica al menos 100.000 casas prefabricadas para los próximos dos mes, porque los terremotos han destruido decenas de miles de viviendas, obligando a 1,3 millones de personas a albergarse en tiendas, casas prefabricadas o instituciones de acogida temporal, y casi un millón se han trasladado a otras provincias del país.

La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) turca ha levantado 300.000 tiendas de campaña en la región para acoger a supervivientes y planifica al menos 100.000 casas prefabricadas para los próximos dos mes

Terremotos en Turquía y Siria

 

Por su parte, en Siria, la cifra de víctimas mortales supera las 5.800 y la de heridos asciende a más de 5.300, según los últimos balances, aunque es difícil porque los datos llegan de distintas fuentes: el gobierno de Bashar al Asad, los rebeldes, la organización Defensa Civil Siria (más conocida como los Cascos Blancos), la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA),... La catástrofe de los terremotos ha afectado a este país, y especialmente a una zona (la del noroeste, incluyendo tanto la provincia de Idlib y alrededores como el norte de la provincia vecina de Alepo) que es el último reducto de los rebeldes contrarios a Al Asad y que sigue sufriendo una guerra que empezó en 2011 y está a punto de cumplir 12 años con un trágico balance a cuestas: más de 610.000 muertos, 2,1 millones de heridos y 13 millones de desplazados internos y refugiados en el extranjero, según algunas de las últimas cifras del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

En el noroeste de Siria residen 4,6 millones de personas, de las que casi 3 millones son desplazados debido a la guerra, y 4,1 millones dependen a día de hoy de la asistencia humanitaria, según cifras de la ONU. En marzo de 2020, Rusia, que es aliada de Al Asad, y Turquía, que apoya a la oposición siria, acordaron un alto en fuego en Idlib, pero sigue habiendo bombardeos y ataques, y los Cascos Blancos han pedido a la comunidad internacional que garantice que ambos países eviten atacar las zonas afectadas por los seísmos, que también han tenido que afrontar bajas temperaturas y unas condiciones meteorológicas adversas estos días. Al Asad, hasta ahora aislado y sujeto a sanciones, ha pedido ayuda internacional y el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, ha reclamado que no haya “obstáculos políticos” para que la ayuda llegue. Por primera vez desde 2020, un convoy de ayuda entró el martes 14  en las zonas rebeldes y dos días después, 119 millones camiones con ayuda de la ONU ya habían cruzado los pasos fronterizos del norte desde Turquía con comida, medicinas esenciales, tiendas y otros materiales de refugio y test para detectar el virus del cólera porque hay un brote en la zona.

La catástrofe de los terremotos ha afectado a este país, y especialmente a una zona que es el último reducto de los rebeldes contrarios a Al Asad y que sigue sufriendo una guerra que empezó en 2011 y está a punto de cumplir 12 años

UME y víctimas rescatadas en los terremotos de Turquía y Siria

 

Naciones Unidas estima que este año aumentarán las personas que necesitan ayuda humanitaria en el país a 15,3 millones, frente a las 14,6 millones de 2022. “Es una catástrofe que va a exacerbar el sufrimiento de los sirios, que ya están lidiando con una grave crisis humanitaria. Millones de sirios se han visto obligados a huir por la guerra y ahora muchos más tendrán que desplazarse por este desastre natural”, ha referido la ONG Norwegian Refugee Council (NRC). “En medio de una tormenta invernal y una carestía sin precedentes, es vital que los sirios no sean abandonados a la hora de hacer frente a las consecuencias” de los terremotos, ha considerado la NRC.

Ante la catástrofe, muchos países, organizaciones y empresas se lanzaron a mandar equipos de rescate, ayuda monetaria, humanitaria y material. El Equipo Técnico Español de Ayuda y Respuesta en Emergencia (START, por sus siglas en inglés) de la Cooperación Española llegó a Turquía con un hospital de campaña de última generación provisto de quirófano y 80 profesionales, entre personal sanitario, de logística y de coordinación, así como miembros de varias ONGs (Médicos del Mundo, Farmamundi y Cesal). España ha enviado otros equipos de emergencia y ayuda militar (infantes de Marina, lanchas de desembarco y vehículos), ha activado los convenios que tiene con las principales ONGs para apoyarlas, ha movilizado 1,5 millones de euros para responder al llamamiento de Cruz Roja Internacional. A todo esto se suma el personal del contingente Patriot que continúa su misión en la base aérea de Incirlink, donde se encarga de: gestionar la entrada del personal español civil y militar, la descarga y transporte de los equipos de rescate desplazados hasta Turquía, el alojamiento y suministro de alimentación, así como facilitar los vehículos ligeros y pesados y el material de campamento. Además, se mantiene operativa su capacidad de Defensa Antimisil de la ciudad turca de Adana y se ha enviado a la Unidad Militar de Emergencia (UME).

Varias comunidades autónomas han enviado unidades de emergencia y bomberos, como la Unidad de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (ERICAM), o bomberos de Sevilla y Valencia, así como integrantes de Bomberos Unidos Sin Fronteras. Parte de estos equipos ya ha regresado a España tras las labores de rescate, que ya se han finalizado en la mayoría de las zonas afectadas. Además, en la central de carga del aeropuerto de Madrid-Barajas se centralizó la recepción de todas las donaciones de material, las cuales también se pueden entregar en la embajada turca o en el Hard Rock Hotel.

Ayuda humanitaria para la catástrofe de los terremotos de Turquía y Siria

 

La Fundación Reina Sofía ha aprobado de urgencia proyectos de ayuda humanitaria para los damnificados por los terremotos en una reunión extraordinaria de su Patronato, y su primera medida de actuación ha sido enviar 30 palés a Turquía con más de siete toneladas de analgésicos, dentro del marco de colaboración que mantiene con Laboratorios Normon. Hasta la zona afectada también se ha trasladado el cocinero José Andrés y su ONG, World Central Kitchen, para ayudar con la alimentación de los supervivientes.

El Banco Mundial ha anunciado que entregará una ayuda de 1.780 millones de dólares. Aparte de España, otros países han anunciado envíos de ayudas: por ejemplo EEUU (85 millones de dólares), Italia (11 millones de euros); y 170 millones de Arabia Saudí, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos. La Unión Europea proporcionará apoyo de emergencia adicional a los dos países a través del Mecanismo de Protección Civil de la UE y asistencia humanitaria de emergencia por valor de 6,5 millones de euros, y participará en una de las operaciones de búsqueda y rescate más grandes de la historia de la UE. También se han movilizado multitud de entidades sin ánimo de lucro y de empresas para poner su granito de arena tras los devastadores terremotos, en un primer momento la prioridad han sido los rescates y la ayuda humanitaria de emergencia, pero más tarde la ayuda seguirá siendo necesaria, así como las labores de limpieza y retirada de escombros, la habilitación de lugares donde cobijar a las personas que se han quedado sin hogar y también la reconstrucción. Y no sólo se han habilitado posibilidades de donaciones de ayuda material, sino también económica habilitando cuentas bancarias y números de SMS y Bizum desde múltiples entidades.

El Banco Mundial entregará una ayuda de 1.780 millones de dólares. Aparte de España, otros países (EEUU, Italia, Arabia Saudí, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, entre ellos) han anunciado envío de dinero y la UE dará apoyo de emergencia adicional por 6,5 millones de euros

Ayuda humanitaria a Turquía y Siria

 

Cáritas Española ha movilizado una partida inicial para atender la emergencia humanitaria y ha mostrado su preocupación por elevado número de personas que han perdido sus casas en pleno invierno y que salieron con lo puesto porque los terremotos les sorprendieron durmiendo. Desde el primer momento, la Casa Don Bosco en Alepo se ha convertido en un refugio de emergencia para la población, como informó Misiones Salesianas, y el padre Alejandro León, superior de los Salesianos en Oriente Medio, relató cómo se vivieron las primeras horas de la tragedia y refirió que miles de personas necesitaban ayuda urgente en esta zona de Siria. “Nuestra prioridad inmediata es garantizar que las niñas, los niños y las familias afectadas por el terremoto en Siria reciban la ayuda que tanto necesitan”, refirió Fadi Tabrizi, voluntario en dicho centro. Ayuda a la Iglesia Necesitada, que también lleva tiempo ayudando allí y también en estos años de guerra, ha lanzado una campaña de emergencia para socorrer la petición de las iglesias de Alepo y Lattakia. “Estamos viviendo una situación de verdadera angustia. Este terremoto está provocando una desesperación todavía mayor que la que ya existía”, señaló el arzobispo de Homs, Monseñor Jean Abdo Arbach. Un terremoto que llueve sobre mojado, tras más de una década de guerra, persecución y, más recientemente, la agobiante crisis financiera que está viviendo la población siria. Y también desde el Vaticano, el papa Francisco ha enviado ayuda.

La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), y los más de 12.000 hombres y mujeres que conforman la Sociedad, han anunciado su total disposición y ayuda a los afectados por los terribles terremotos, en coordinación con los ministerios de Sanidad, Asuntos Exteriores y Defensa. “Nos ponemos en manos de nuestros compañeros de Urgencias y Emergencias en los países afectados para ofrecerles toda la ayuda que puedan necesitar en las labores de rescate, cuidado y tratamiento de los heridos”, ha afirmado el Dr. Tato Vázquez-Lima, presidente de SEMES. Asimismo, ha hecho hincapié en que todos los profesionales de Urgencias, aún sin reconocimiento ni especialidad, están absolutamente preparados gracias a su autoformación para hacer frente a esto tipo de trágicos acontecimientos: “volcamos nuestro autoaprendizaje en hacer frente a estas terribles circunstancias, pues no solo nos formamos en Urgencias y Emergencias, también lo hacemos en catástrofes”.

La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), y los más de 12.000 hombres y mujeres que conforman la Sociedad, han anunciado su total disposición y ayuda a los afectados por los terribles terremotos, en coordinación con los ministerios de Sanidad, Asuntos Exteriores y Defensa

 

 

Ayuda humanitaria para colaborar tras los terremotos de Turquía y Siria

 

Por su parte, Telefónica y su Fundación, a través de sus voluntarios y con entidades e instituciones, se han movilizado para apoyar a los afectados con la campaña #MovilizadosPorElTerremoto, activando diferentes canales de apoyo (llamadas internacionales, SMS gratuitos, uso ilimitado de roaming gratuito) con donaciones económicas junto a Cruz Roja y también recogida de material de primera necesidad (alimentos no perecederos y productos como ropa de abrigo o mantas) en distintos puntos desde los que Zeleris, empresa de logística de la teleco, los transportará a la embajada de Turquía. Toda la recaudación irá destinada a la ayuda en alojamientos y equipamiento de emergencia (tiendas de campaña, carpas, cocinas portátiles…) y también al apoyo a los equipos de emergencia y rescate.

La aerolínea low cost británica easyJet ha lanzado una campaña de recolecta de dinero a bordo para apoyar los esfuerzos de Unicef, que trabaja en la zona para velar por la seguridad, salud y bienestar de los niños. Desde Unicef se ha subrayado que más de 7 millones de niños se han visto afectados por los terremotos, pues en las diez provincias turcas afectadas por los terremotos residían 4,6 millones de niños y en las áreas damnificadas en Siria están afectados 2,5 millones de menores de edad. “A medida que las familias se enfrentan a la horrible y desgarradora realidad de que la prioridad en Turquía y Siria está empezando a ser la recuperación más que el rescate, Unicef teme que miles de niños hayan muerto. Aun sin cifras verificadas, está trágicamente claro que los números van a seguir aumentando”, advirtió su portavoz, James Elder. En los últimos 10 años, los pasajeros de easyJet han recaudado más de 16 millones de libras a través de donaciones a bordo (entre ellas, están las efectuadas ante la guerra en Ucrania) ayudando a proteger de enfermedades a millones de niños de todo el mundo y a mantenerlos a salvo durante situaciones de emergencia.

“Estamos viviendo una situación de verdadera angustia. Este terremoto está provocando una desesperación todavía mayor que la que ya existía”, señaló el arzobispo de Homs, Monseñor Jean Abdo Arbach

Aldeas Infantiles SOS ha lazando un Programa de Emergencias en Siria para atender a 25.000 niños y familias afectados por el terremoto, facilitándoles ayuda humanitaria y cubriendo las necesidades esenciales y de protección de la infancia en la primera fase de respuesta a emergencias, y continuará acompañando y fortaleciendo a las familias a medio y largo plazo. Apoyo psicológico, espacios seguros para los niños, reunificación familiar, ayuda en efectivo, vales para comida y refuerzo educativo son algunos de los servicios facilitados a las víctimas de la tragedia. El objetivo prioritario es garantizar su supervivencia y protección y evitar la separación de padres e hijos, apoyando a las familias durante esta crisis humanitaria.

Ayuda humanitaria a Turquía y Siria

 

Desde el mundo del motor también ha habido algunas contribuciones. Por ejemplo, el grupo Hyundai ha donado 2 millones de dólares para ayudar a los damnificados a través de la Cruz Roja Coreana, que  se utilizarán para actividades locales de socorro y recuperación de daños, y que se sumarán a los 500.000 euros en equipos de rescate que envió su filial de fabricación de coches en Turquía. Por su parte, el grupo Volkswagen ha donado 1 millón de euro para la ayuda humanitaria a los afectados de los dos países a través de la Cruz Roja Alemana y la UNO-Flüchtlingshilfe, y también ha pedido donaciones a la plantilla.

La Comisión Europea adoptó una Recomendación y una Comunicación para establecer objetivos comunes encaminados a impulsar la resiliencia frente a las catástrofes en distintos ámbitos de protección civil, de cara a preparar mejor a los países europeos frente a peligros naturales (terremotos, inundaciones e incendios forestales) 

Desde el sector del retail, Inditex ha donado 3 millones de euros y más de 500.000 abrigos a la Media Luna Roja de Turquía como apoyo ante la emergencia para ayudar a cubrir las necesidades básicas de los afectados. Además, contribuye con la financiación de la Unidad de Emergencias de Médicos Sin Fronteras.

Dos días después de los terribles terremotos, la Comisión Europea adoptó una Recomendación y una Comunicación para establecer objetivos comunes encaminados a impulsar la resiliencia frente a las catástrofes en los distintos ámbitos de la protección civil, de cara a preparar mejor a los países europeos frente a peligros naturales (terremotos, inundaciones e incendios forestales) por la rápida evolución de los riesgos. Los cinco objetivos son: anticiparse, mejorando la evaluación de riesgos y la planificación de la gestión del riesgo de catástrofes, detectando puntos vulnerables en sectores críticos; preparación, aumentar también la sensibilización de la población; alerta, mejorando los sistemas de alerta temprana a escala nacional, regional y local para que lleguen a tiempo a las personas adecuadas; respuesta, aumentando la capacidad del Mecanismo de Protección Civil de la UE; y protección, garantizando unos sólidos sistemas de protección civil que deben ser operativos las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana, durante y después de las catástrofes, que es cuando son más necesarios.