La obesidad es una enfermedad crónica descrita desde hace muchísimo y sabemos que es progresiva. Se caracteriza por un exceso de tejido adiposo o de grasa en el cuerpo. Salvo excepciones, está en la mano de la persona el reducir esos niveles de sobrepeso y es importante dejarla atrás cuanto antes ya que puede ser peligroso para nuestra salud, puede favorecer el desarrollo de graves enfermedades e incluso llevarnos a la muerte.

Desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) lamentan que la obesidad representa una de las enfermedades más prevalentes e infravaloradas, así como menos diagnosticadas y tratadas de la Historia. En España, la prevalencia es del 21,6% (22,8% varones, 20,5% mujeres), aumentando con la edad, y siendo mayor en mujeres a partir de los 50 años, precisa esta sociedad científica.

Mientras, la Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD) explica que la causa fundamental de la obesidad es un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y gastadas.  Es decir, suele asociarse a un acúmulo de grasa que se da de forma superlativa cuando la persona come más calorías de las que su cuerpo necesita.

No se han observado complicaciones mayores, a excepción del dolor abdominal leve y de las náuseas en el postoperatorio inmediato de algunos pacientes, pero que pueden resolverse con tratamiento farmacológico apropiado

Eso sí, remarca que también pueden influir en el desarrollo de la obesidad otros factores, como la predisposición genética, medicamentos como los corticoides o los antidepresivos, así como causas endocrinas como el hipotiroidismo, el síndrome de ovario poliquístico, o la enfermedad de Cushing, además de causas psicológicas como la ansiedad, y el entorno social o cultural.

En este sentido, el doctor Alfonso Alcalde Vargas, especialista de la Unidad de Endoscopia Bariátrica del Hospital Quirónsalud Marbella, experto en intervenciones quirúrgicas para solucionar la obesidad, advierte por su parte del peligro para la salud que supone esta enfermedad ya que, según indica, condiciona la aparición de trastornos de salud importantes, enfermedades o ‘comorbilidades’ que además, cuanto mayor sea el exceso de peso, mayores serán las posibilidades de desarrollarlas.

“La hipertensión arterial (HTA) es un 25-40% más frecuente en el obeso que en la población general. La obesidad es responsable del 44% de la carga de diabetes mellitus tipo 2 (DM2), donde la prevalencia de obesidad es del doble que en la población general”, apunta por su parte la SEEN.

El experto de Quirónsalud Marbella apunta también al síndrome de hipoventilación-obesidad, el síndrome de apnea obstructiva del sueño, la enfermedad cardiovascular, algunos tipos de cáncer (endometrio, mama, hígado) y la artropatía degenerativa de articulaciones de carga, o el reflujo gastroesofágico, entre otras patologías.

La Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD) explica que la causa fundamental de la obesidad es un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y gastadas

El tratamiento de la enfermedad: la solución de Apollo

Por su parte, la doctora Abilés, miembro del equipo de especialistas que integran la Unidad de Endoscopia Bariátrica del Hospital Quirónsalud Marbella, ve importante controlar el exceso de peso cuanto antes. A su juicio, todo empieza siempre por la consecución y el mantenimiento de un estilo de vida saludable, basado en una mejora de los hábitos alimenticios, y en el incremento de la actividad física.

“Muchas veces esto incluye modificaciones cuantitativas, como el reducir las raciones y el aporte energético y cualitativas (variar la proporción de diferentes nutrientes)”, añade, recordando también que la dieta mediterránea hipocalórica es el modelo que respalda la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).

No obstante, esta especialista lamenta que con frecuencia estas medidas pueden resultar insuficientes y no conseguir una reducción de peso eficaz, teniendo que complementar el tratamiento con medidas intervencionistas, siendo la cirugía bariátrica la alternativa terapéutica más eficaz en los pacientes con obesidad.

“En los últimos años se han desarrollado técnicas endoscópicas endoluminales, menos invasivas y más coste-efectivas, con menor incidencia de complicaciones y cuyos resultados iniciales parecen bastante prometedores. Estas técnicas pueden ocupar un espacio importante en el arsenal terapéutico de la obesidad”, remarca aquí la FEAD.

Así, y entre los principales procedimientos endoscópicos disponibles actualmente esta sociedad científica apunta al método Apollo, un procedimiento que adquiere su nombre por el dios griego de la razón y del sol, además de curandero.

Se trata de un procedimiento endoscópico de reducción de estómago cuyos resultados detallan una disminución media de peso de 25 kilos por paciente, llegando en algunos casos a alcanzar más de 40 kilos. Tras introducir el endoscopio por vía oral, se procede a realizar varias suturas continuas en el cuerpo gástrico e incisura hasta conseguir la adecuada reducción de la cámara gástrica; una intervención que simula a la manga gástrica quirúrgica, pero con menor riesgo de complicaciones.

En los últimos años se han desarrollado técnicas endoscópicas endoluminales, menos invasivas y más efectivas, con menor incidencia de complicaciones y cuyos resultados iniciales son bastante prometedores

“La novedad de esta técnica radica en que se consigue reducir la capacidad del estómago sin necesidad de recurrir a una cirugía abierta. Todo se realiza a través de la boca, sin incisiones en el abdomen. Mediante el instrumental adecuado reducimos la capacidad del estómago hasta en un 70%”, apunta el experto de la Unidad de Endoscopia Bariátrica del Hospital Quirónsalud Marbella.

En concreto, indica que el procedimiento se realiza bajo anestesia general con intubación endotraqueal. “Se ha demostrado que este procedimiento es seguro y reproducible. Se han publicado resultados de pérdida ponderal media del 30 y 53,9 % de sobrepeso perdido a los seis meses y del 57% al año”, agrega la FEAD.

"Lo fundamental de estos resultados es que no se trata de una pérdida rápida con posterior ganancia de peso como ocurre en aquellas dietas llamadas milagrosas u otras alternativas, sino que en este caso se consigue una pérdida de peso continua y estable sin recuperación del mismo", según el experto del Hospital Quirónsalud Marbella.

No se han observado complicaciones mayores, a excepción del dolor abdominal leve y de las náuseas que aparecen en el postoperatorio inmediato de algunos pacientes, pero que pueden resolverse con tratamiento farmacológico apropiado, y el paciente incluso puede retomar el trabajo a las 48-72 horas, según matiza Alcalde.

A través de esta intervención se consigue que la persona se sienta saciada rápidamente, y que su ingesta de alimentos disminuya. “En consecuencia, se favorece la pérdida de peso y el cambio de hábitos que el paciente debe asumir para conseguir frenar el sobrepeso y la obesidad”, sentencia en este sentido la doctora Abilés.