Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de México, ha arremetido de nuevo contra España para quien, según el demagogo más grande, enorme, de toda Hispanoamerica, mezcla de populista, marxista y ancianito con mala leche... México y España deberían abrir una pausa en sus relaciones bilaterales. La verdad es que nadie sabe qué significa eso de la "pausa", pero el lenguaje equívoco es el habitual en AMLO. Su mente tampoco da para mucho más.

 

Cuando los narcos asesinan a periodistas, AMLO arremete... ¡contra los periodistas!

Pero lo más curioso es que el titular de Exteriores del Reino de España, José Manuel Albares, ha respondido manifestando su "sorpresa" por la "súbita" actitud de don Andrés Manuel. La verdad es que no entiendo que tiene de súbito, cuando AMLO lleva años alentando la leyenda negra contra España, como un Maduro cualquiera, especialmente cuando tiene problemas internos que no sabe cómo afrontar.

Arremete, también, el presidente mexicano contra las empresas españolas, cuando han sido un foco de profesionalización del aparato industrial y financiero mexicano -por ejemplo en banca- y cuando la oligarquía financiera mexicana ha encontrado en España el mejor sitio para huir de la depredación del Gobierno marxista-demagógico de López Obrador. No sólo eso sino que España ha abierto las puertas a la inversión mexicana.

Pero volvamos a las palabras del presidente mexicano, que datan del miércoles 9. Por decirlo así, México insulta a España y España responde con "sorpresa". AMLO insinúa que puede romper relaciones diplomáticas con la 'madre patria' -sí, exactamente eso: madre patria- y el gobierno español, en lugar de anticiparse a romper, al menos amenazar con romper, relaciones diplomáticas con México, se arruga y muestra su "sorpresa".

La mafia de poder nacida con el PRI, de raíz masónica, se ha disparado cuando la izquierda marxistoide ha alcanzado el poder en el país hispano más poblado del mundo

Veamos: hablamos de un López Obrador que ha convertido a México en el paraíso del narcotráfico violento. Por eso, necesita arremeter contra Hernán Cortés. Al tiempo ha mantenido el poder permitiendo la existencia de ejército de matones que protegen a los ricos y de otros ejércitos privados a sueldo de los narcos, que se ríen de la policía y de la justicia.

El asunto no queda ahí: el narcotráfico ha aumentado su poder en México con AMLO al frente del país. Domina zonas en las que ninguna institución pública se atreve a operar.

Ahora la han tomado con los periodistas, pero cuando los narcos asesinan a periodistas, AMLO arremete... ¡contra los periodistas!

En términos históricos, Podemos y debemos decir que la mafia de poder nacida con el PRI, de raíz masónica, la que protagonizó la matanza de los cristeros, más descaradamente oficial aún que la de la II República en España, se ha disparado cuando la izquierda marxistoide de Morena ha alcanzado el poder en el país hispano más poblado del mundo. Morena es como Podemos pero con un ametrallador en las manos. Y es quien gobierna México, que no tiene un buen censo pero que sin duda supera los 115 millones de habitantes.

La cobardía de Sánchez: no se atreve a enfrentarse al demagogo López Obrador de forma directa. Posiblemente mandará a Zapatero, para fomentar la leyenda Negra. Como en Venezuela

Y este personaje, repito, el demagogo más peligroso de toda Hispanoamérica, se permite el lujo de arremeter contra España y amenazar a las empresas españolas y a los españoles allí residentes.

Todo esto vuelve a mostrar -que es mucho más que demostrar- la cobardía de Pedro Sánchez: no se atreve a enfrentarse al demagogo López Obrador de forma directa porque, como buen progre, se avergüenza de su país y de la historia de España. Un país al que gobierna pero al que no respeta.

Posiblemente mandará a José Luis Rodríguez Zapatero, para fomentar en México la leyenda Negra contra España. Como en Venezuela. Leyenda negra que el gran demagogo AMLO utiliza como señuelo para ocultar problemas internos. Por ejemplo, que México se está convirtiendo en un patio de monipodio con la violencia más cruel. La imagen de AMLO es la de los cadáveres arrojados desde una caravana en plena calle.

No extraña que México Distrito Federal ha vuelto a ser, en la catalogación de las empresas españolas, la ciudad a la que nunca hay que ir. Que así sea.