Este 23 de agosto se ha celebrado el segundo Día de la Bandera Nacional de Ucrania en la reciente guerra (la cual estalló con la invasión rusa el 24 de febrero de 2022). El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, ha subrayado que dicha bandera azul y amarilla es “nuestra confianza en que ondeará definitivamente donde le corresponda por derecho: en todo nuestro territorio soberano”.

Este año, en las colinas de Pechersk, se izó una bandera especial que recorría toda la línea de defensa y donde los defensores ucranianos dejaron sus firmas y deseos, según informa la plataforma Ukrinform. “En esta bandera hay palabras especiales y firmas dejadas por personas especiales. Estos son nuestros soldados, nuestros defensores, nuestros guerreros que luchan por la libertad, por los ucranianos, por la independencia y por Ucrania. Esta bandera estaba en las posiciones de nuestros soldados desde Cherníguiv hasta Odesa, a lo largo de toda la línea de defensa en Ucrania, en varias brigadas y unidades de combate”, ha señalado Zelensky.

Según el presidente ucraniano, “la bandera es nuestra fuerza, fuente de voluntad, espíritu inquebrantable para todos los soldados que van a la batalla con esta bandera en la armadura y bajo el corazón, luchando por cada metro de nuestra tierra, avanzando y logrando nuestra victoria”. Claro que “es también un recuerdo y un homenaje a todos los héroes de diferentes épocas que defendieron la tierra ucraniana y sacrificaron sus vidas por Ucrania y todos los ucranianos”. A todos ellos les han honrado con un minuto de silencio. 

Paralelamente, Vladimir Putin ha afirmado que Rusia quiere poner fin a la guerra “desatada por Occidente y sus satélites” en Ucrania. Unas declaraciones que ha realizado a través de su asistencia por videoconferencia a la Cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India -ahora convertida en una peligrosa potencia mundial-, China y Sudáfrica) que se está celebrando en Johannesburgo (Sudáfrica). Putin no ha perdido la ocasión de proclamar su versión desde 2014: “Primero, con ayuda de los países occidentales se llevó a cabo un golpe de estado anticonstitucional y luego se desató una guerra contra la gente que no estuvo de acuerdo con este golpe de estado”. “Una guerra cruel, una guerra de exterminio, durante ocho años”, ha detallado, y claro, en esas circunstancias, “Rusia tomó la decisión de apoyar a la gente que lucha por su cultura, sus tradiciones, su lengua, su futuro”. Por ello, presumió de que “nuestras acciones en Ucrania solo buscan poner fin a la guerra desatada por Occidente y sus satélites en Ucrania contra los habitantes del Donbás”.

Tanto el Día de la Bandera Nacional de Ucrania como las declaraciones de Putin en la Cumbre de los BRICS, se producen días después de que la OTAN, en boca de su secretario general, Jens Stoltenberg, hiciera una rectificación y afirmara que Ucrania es quien “debe decidir cuándo sentarse a negociar” la paz. De esta forma, remediaba la insinuación de Stian Jenssen, director de la Oficina Privada del secretario general de la OTAN: “Creo que la solución puede ser que Ucrania ceda territorio y reciba a cambio su ingreso en la OTAN. No digo que deba ser así, pero es una posible solución”.

Recuerden que hace poco más de un mes, se celebró una Cumbre de la OTAN en Lituania. Ante el deseo de Zelensky de que Ucrania entre en la OTAN, la dirección de la Alianza (o sea, el presidente de EEUU, Joe Biden), le recordó que antes debe cumplir las necesarias condiciones de seguridad. Además, se debe tener en cuenta que no sólo se necesita la paz de las armas sino también la paz de las almas