En Turquía se celebró ayer domingo 28 de mayo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales entre el actual presidente, Recep Tayyip Erdogan, y el candidato opositor, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu. Es la primera vez en la historia del país en que se produce una segunda vuelta.  

En la primera vuelta celebrada el 14 de mayo, Erdogan ya había quedado en primer lugar con 49,5% de los sufragios frente al 45% de su rival.

Pues bien: Erdogan, al frente del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamoconservador), alcanzó el 52,1% de los sufragios, frente al 47,9% para su rival, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu.

De esta manera, el presidente islamista permanecerá en el poder hasta 2028, después de 20 años al frente del país. 

"Nuestra nación nos ha confiado la responsabilidad de gobernar el país durante los próximos cinco años", dijo Erdogan, de 69 años, a sus seguidores. 

Sus detractores lo acusan de una deriva autocrática, en particular desde las purgas masivas llevadas a cabo tras el intento de golpe de Estado en su contra y la revisión constitucional de 2017, que amplió considerablemente sus poderes.

Por su parte, el aspirante socialdemócrata Kiliçdaroglu, de 74 años, lideraba una coalición heterogénea de partidos, que abarca desde la derecha nacionalista hasta el centro-izquierda liberal y que recibió el respaldo del partido prokurdo HDP.

Desde el punto de vista económico, la reelección de Erdogan ha provocado, de entrada, una caída histórica de la lira. En los últimos cinco años, la moneda turca ha perdido el 77% de su valor.