Hunter y su padre, Joe Biden
En una entrevista en el programa Just the News, el expresidente hizo referencia a un informe del Senado del 2020 que revelaba que la oligarca rusa Yelena Baturina, entonces esposa del alcalde de Moscú, proporcionó 3.5 millones de dólares hace una década a una empresa co- fundada por el hijo del presidente Joe Biden, Hunter Biden.
Así, Donald Trump aseguraba: “Ella le dio 3,5 millones de dólares, así que ahora creo que Putin sabría la respuesta a eso. Creo que debería publicarla”.
Trump afirmó que le gustaría saber más sobre la relación de Hunter Biden con el oligarca ucraniano Nikolai Zlochevsky, el dueño de la compañía de gas Burisma Holdings que contrató al hijo de Biden en 2014. Como publicamos en Hispanidad, la mencionada trama se origina en el año 2014, en el marco de la invasión de Crimea por Rusia y la llegada de un nuevo gobierno a Ucrania tras una revuelta popular. En este momento, y siendo precisamente el entonces vicepresidente Joe Biden el encargado de coordinar las relaciones de EEUU con el nuevo gobierno ucraniano, su hijo Hunter pasó a formar parte del consejo de dirección de Burisma, una de las compañías de gas más importantes de Ucrania. Este evidente tráfico de influencias era sobradamente conocido e intencionalmente ignorado por los medios de comunicación.
De hecho, Trump en su entrevista aseguraba que trató de plantear este tema durante las elecciones de 2020, pero el entonces presentador de Fox News, Chris Wallace, se lo impidió, y Joe Biden dijo que se trataba de “un plan ruso”.
Everyone owes Trump an apology. pic.twitter.com/36XCakfyIq
— Ian Miles Cheong (@stillgray) March 19, 2022
Pese a que Joe Biden negaba la existencia misma del portátil, ahora el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha admitido su existencia, y la de los emails que se denunciaron en su día. Hunter abandonó el portátil en una tienda de reparaciones, y por ahora solo se conoce parcialmente el contenido del mismo.
En este contexto, los republicanos condenan que las grandes empresas tecnológicas como Twitter y Facebook están intentando censurar esta historia, publicada por el New York Post y el New York Times.
¿Revelará el famoso portátil perdido las relaciones de los Biden con los oligarcas rusos?