Dos horas estuvieron hablando Donald Trump y Vladimir Putin hasta que el ruso aceptó negociar un alto el fuego en Ucrania. Hasta la inconsistente y peligrosa Ursula von der Leyen acabó por felicitar a Trump por sus "esfuerzos por la paz en Ucrania". Cosas veredes, amigo Sancho, porque, hasta ahora, para los jerarcas y ex jerarcas de Bruselas, por ejemplo, para el español José Borrell, no hay nada que hablar con un Donald Trump que se había aliado con Putin y, por tanto, había traicionado a Europa.
No tengo claro que Trump vaya a conseguir la paz en Ucrania, incluso podría cosechar el efecto contrario. Lo que sí tengo claro es que es el único que ha intentado la paz en Ucrania y que, al igual que ocurre con los aranceles, Europa no ha entendido al inquilino de la Casa Blanca.
En la guerra comercial, Trump pretende, desde el principio, algo muy claro: pararle los pies a China. Para eso necesita crear una zona de libre comercio en el mundo libre y de aranceles prohibitivos respecto a China y otros países que son tiranías cristófobas. Pero ahí tienen al lerdo de Pedro Sánchez, líder europeo, viajando a Pekín para intensificar las relaciones comerciales con el gigante asiático... es decir, para que China colonice aún más a España y se burle de Europa.
Pues con Ucrania lo mismo. Dejando a un lado que lo que Rusia ha conquistado son poblaciones de mayoría de población rusa, y que la OTAN no ha cumplido sus acuerdos con los sucesores de la antigua URSS, en el sentido de establecer una tierra de nadie entre Europa y Rusia, esto es que en sus reclamaciones geopolíticas y demográficas Moscú tiene razón, lo que ha ocurrido es que Putin ha invadido Ucrania a lo bestia, provocando muerte y destrucción.
Ahora bien, lo conseguido el lunes por Trump es muy poco. Tan solo la posibilidad de un alto el fuego cuando lo cierto es que el objetivo final es, no sólo la paz en Ucrania sino, sobre todo, la occidentalización de Rusia y la ruptura de Moscú con Pekín. Y eso queda todavía muy lejos.
Es curioso, al tiempo que hablaban los dos líderes, norteamericano y ruso, se producía la respuesta de la aguerrida y valiente -¡Oh sí!- Amnistía Internacional al Kremlin. Me explico: Putin declaró "indeseable" a Amnistía Internacional, icono del Occidente progresista, en Rusia.
🚨| ÚLTIMA HORA: Donald Trump y Putin acaban de terminar su llamada telefónica que duró más de dos horas según a informado Putin a medios rusos. 🇺🇸🇷🇺 Trump es el presidente de la paz mundial y los acuerdos económicos. 🔥 pic.twitter.com/rcdLBQcCav
— Eduardo Menoni (@eduardomenoni) May 19, 2025
En verdad, es hora de desmontar el montaje de Amnistía Internacional, que vela por la libertad en el mundo frente a la tiranía al tiempo que defiende, sin despeinarse, el "derecho al aborto". Es decir, el asesinato cruel y cobarde del más inocente y más indefenso de todos los seres humanos convertido en un derecho humano. ¿Amnistía Internacional y abortera? No me haga reír. Esto no es una cuestión ajena a la Guerra de Ucrania. Porque se trata de que Rusia se integre en Occidente... pero de un Occidente que vuelva a ser Occidente, es decir, que vuelva a ser la civilización cristiana que fue.
¿Lo veo fácil? No, lo veo dificilísimo pero, al menos, Donald Trump camina en la dirección correcta, Europa, en la dirección opuesta. Porque en un Occidente que considera el aborto como un derecho, y conste que la Rusia de los soviets fue pionera en el aborto, Putin no quiere entrar, Y no me extraña.
Por ahora, Trump ha conseguido negociar un alto el fuego en Ucrania. Algo es algo, porque los ucranianos han sufrido mucho. Pero el objetivo final queda mucho más lejos, Y si no se logra... la guerra ampliará su escenario.